Aunque los agentes sociales castellonenses coinciden en valorar como una buena noticia los datos conocidos ayer que sitúan el desempleo en la provincia por debajo de las 40.000 personas, un 8,8% menos que en el 2016, empresarios y sindicatos entienden desde puntos de vista diferentes que hay que tomar medidas para que la mejora avance.

Desde la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC), el presidente de la gestora, Néstor Pascual, señaló que el descenso del paro es positivo «para la sociedad en general». Estimó que la industria «va bastante bien»; la construcción «comienza a repuntar»; el campo depende ahora de que lleguen las lluvias; el sector servicios precisa un trabajo intenso, al menos en el caso de la hostelería; y valoró que las obras que ha iniciado Madrid y las previstas en PortCastelló contribuirán a «crear más empleo».

crear más trabajo // Sin embargo, Pascual fue reivindicativo en el sentido de que «las administraciones públicas son las primeras que tienen que hacer un esfuerzo, escuchar más, invertir más en obra pública y apoyar al emprendedor, eliminando la mucha burocracia que hay para que haya más trabajo y para todos».

Del lado sindical, el responsable de Empleo de CCOO en Castellón, Albert Fernández, puso de manifiesto que el descenso del desempleo registrado en la provincia en el 2017 no implica una mejoría sustancial de la situación en el mercado laboral, porque, dijo, «los contratos bajan y los números no reflejan a los muchos desempleados que pierden el derecho a prestación y ya no se apuntan a las listas del paro».

Fernández llamó la atención sobre el problema estructural que impide el cambio en la situación y aseguró que «hay que remodelar el sistema productivo, desestacionalizar el turismo y conectarlo con el interior; y luchar contra la despoblación».

Desde UGT, el secretario general en Castellón, Francisco Sacacia, remarcó que, aunque, «como dato, el descenso del 8,8% del desempleo está bien, porque es superior al de la Comunitat y de España, la calidad del empleo que se crea es mala, porque la tasa de temporalidad sigue siendo altísima, elemento al que se suma una elevada parcialidad de los contratos». Concluyó que son los sectores con empleo más precario los que mejoran más su situación.