El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pide por videoconferencia a todas las regiones mantener la unidad y la cooperación ante esta situación de emergencia por el coronavirus. Mientras, Torra insistirá en reclamar el confinamiento de Cataluña

Así, el Gobierno ha decidido ampliar 15 días el estado de alarma, según ha informado el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a los presidentes autonómicos en una reunión telemática que está teniendo lugar en este momento. El Gobierno deberá pedir la autorización al Congreso de los Diputados.

COMPARECENCIA DEL SÁBADO

Horas antes, en el ecuador del primer periodo de 15 días del estado de alarma, Pedro Sánchez compareció ayer para aplaudir el comportamiento ciudadano, advertir de que todavía queda «lo peor» y llamar a la sociedad a resistir en sus casas para luchar contra el coronavirus. Desde que estalló la pandemia, las intervenciones del presidente del Gobierno habían servido para hacer anuncios importantes, ya fueran iniciativas económicas o medidas de confinamiento. Esta vez, sin embargo, Sánchez pronunció un discurso de más de media hora destinado a un país en shock, sin ninguna nueva decisión que transmitir.

Aun así, en el turno de preguntas, el jefe del Ejecutivo dejó claro que no se plantea, al menos de momento, aprobar medidas más duras que las actuales, que incluyen el confinamiento de una buena parte de la población y el cierre de la mayoría de comercios, pero permiten acudir a comprar bienes de primera necesidad. Las iniciativas del Gobierno español, subrayó, son las más estrictas de toda la UE.

LA ADVERTENCIA/ Frente a quienes reclaman extremar las decisiones -por ejemplo, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y un grupo de científicos que ayer publicaron un manifiesto defendiendo el confinamiento total- Sánchez se preguntó: «¿A qué se refieren? ¿A prohibir ir a comprar el pan? ¿A que una madre no pueda salir a pasear a su hijo autista? Hay que saber ponderar y equilibrar. Estamos a la vanguardia en medidas de confinamiento».

El líder socialista evitó anunciar si habrá que prorrogar el estado de alarma, que en principio terminará el próximo fin de semana, un paso que fuentes de la Moncloa dan por supuesto. Todo está encaminado a que el Consejo de Ministros apruebe esta medida el próximo martes y el Congreso la vote el miércoles, con el apoyo de la mayoría de los grupos parlamentarios.

La comparecencia del presidente, como todas desde hace días, fue telemática, y las preguntas de los medios debían formularse con anterioridad, pasando el filtro del propio Gobierno, que optó por no seleccionar ninguna de las muchas que le pedían que aclarase cuánto tiempo más puede prolongarse esta situación excepcional. Pero en su discurso dio pistas sobre la extensión de la alarma. «Necesitamos ganar tiempo», señaló.

La salida del presidente buscaba otro efecto: mostrar su «orgullo» por la ciudadanía, felicitar a quienes se encuentran en la vanguardia de la lucha contra el covid-19 (personal sanitario, policías, militares, comerciantes que no pueden cerrar porque son servicios básicos…) y pedir a toda la sociedad que continúe así, «unida», porque lo que queda por delante es mucho y muy complicado, más aún que lo que ha pasado hasta ahora.

Horas después de que se conociera que los fallecidos en España por el virus son ya 1.326, con el sistema sanitario en Madrid o Cataluña acercándose al colapso, Sánchez dijo: «Lo peor está por llegar y pondrá al límite nuestras capacidades. Los casos diagnosticados y fallecidos van a aumentar en los próximos días. Van a llegar a días muy duros. Nos tenemos que preparar psicológicamente. El riesgo está en todas partes».

«La población ha seguido ejemplarmente las normas de confinamiento. La instrucción de permanecer en casa ha sido seguida por una mayoría abrumadora de la sociedad española. La respuesta ciudadana ha sido conmovedora», señaló durante un discurso que pretendía transmitir emoción y empatía.

Atacado por la oposición por no haber reaccionado antes a la pandemia, esperando hasta hace una semana a declarar el confinamiento, Sánchez señaló que asumía «la responsabilidad» de todas las actuaciones llevadas a cabo, que siempre han estado, continuó, guiadas por las recomendaciones científicas.

ESQUIVAR LAS CRÍTICAS / Sánchez no quiso contestar a la crítica con más crítica. Frente a los ataques de Torra, varios de sus ministros han respondido acusando de falta de «lealtad» al president. Pero esa no es la actitud que el jefe del Ejecutivo cree que debe imperar. «Nadie de mi Gobierno va a polemizar con ninguna administración, ni con ningún adversario político. Nuestro enemigo es el virus. Si alguien marca distancia respecto al Gobierno, nosotros nos acercaremos con la mejor disposición», explicó. «No va a salir de mí ningún reproche a ningún presidente autonómico. No quiero gastar ni un segundo de mi energía en eso».