Derogar la reforma laboral vigente, de cuyos efectos tiene previsto hablar este sábado en Castellón (La Bohemia, 12.30 horas) en una asamblea abierta, mejorar los salarios, liderar las soluciones para la situación de bloqueo en Cataluña y exigir una reforma de la financiación sin excusas ni chantajes son algunas prioridades del líder federal del PSOE, Pedro Sánchez. Visita la capital un año después de su último viaje a este territorio. Entonces, arrancó aquí su precampaña interna para lograr una reelección como secretario general que consiguió más tarde.

--El desempleo es lo que más preocupa a los castellonenses, según el barómetro de la Generalitat hecho público esta semana y usted llega a Castellón a hablar de la reforma laboral. ¿Qué soluciones propone?

--Tenemos que actuar en varios frentes. En primer lugar derogar la reforma laboral que ha precarizado el empleo hasta unos niveles intolerables y acordar un nuevo estatuto de los trabajadores que se adapte a la realidad de nuestro tiempo y que proteja sus derechos. Hay que establecer un pacto de rentas para elevar los salarios, no puede ser que se les siga privando a los trabajadores de los frutos del crecimiento. Tenemos que fortalecer la inspección de trabajo para poner fin a los casos de explotación laboral, que hacen horas extra ilegales y cobran como si fuesen trabajos a tiempo parcial, pero desempeñan jornadas de hasta 12 horas.

--Mariano Rajoy acaba de plantear la necesidad de ahorrar para educación y pensiones

--Ha pedido a las familias que ahorren para pagarse educación y pensiones, pero para poder ahorrar, primero hay que tener sueldos dignos. Rajoy ha decretado el sálvese quien pueda. Es evidente que Rajoy quiere dedicar sus últimos días en política a enterrar el Estado del Bienestar.

--El último barómetro del CIS mantiene a PP y PSOE como fuerzas más votadas, pero con Ciudadanos muy cerca de los socialistas. ¿Le preocupa?

--El PSOE es la alternativa al Gobierno del PP. Esa es la primera conclusión que se desprende del barómetro del CIS. Y se repite, en el CIS y en las distintas empresas demoscópicas, sondeo tras sondeo. Nos dicen que estamos a tres puntos del PP y, por tanto, somos la fuerza política capaz de propiciar un cambio en el Gobierno. A partir de ahí, pueden extraerse otras lecturas, pero lo que es incontestable es que, desde el respeto a la libre decisión de los ciudadanos, si quieren abrir un nuevo ciclo político en España, el medio para lograrlo, para que no permanezca la derecha en el poder, es respaldar al PSOE.

--También señala a Podemos como la fuerza que más retrocede, junto al PP, tomando como base las elecciones de junio del 2016. ¿El ‘sorpasso’ ya queda lejos?

--Los ciudadanos ya han despejado cualquier incertidumbre sobre el liderazgo de la izquierda. El PSOE es muy consciente de sus responsabilidades. La prioridad es que el ciclo de la derecha deje paso a un gobierno de progreso. Esa es la alternativa en la que estamos trabajando a fondo.

--Es evidente que la parálisis en la vida política catalana está afectando al resto de España. ¿Qué soluciones políticas propone más allá del federalismo?

--La solución es reformar el modelo territorial del país para superar las manifestaciones de agotamiento y desafección. Hay que tomar la iniciativa, no limitarse a esperar pasivamente una vez reestablecido el cumplimiento de la ley, en el que el Gobierno ha contado y cuenta con el apoyo responsable del PSOE. El Gobierno de Rajoy lleva años instalado en la pasividad desoyendo todas nuestras advertencias. Y Ciudadanos ahora parece seguir por el mismo camino. Han ganado las elecciones pero ni se han movido. Pero el liderazgo de un país requiere más que quietismo, precisa de audacia para encontrar salidas y responsabilidad para no asumir riesgos innecesarios.

--¿Cómo valora la reforma electoral que pretenden pactar Ciudadanos y Podemos?

--Cada cual actúa según sus prioridades. Las mías son subir salarios, acabar con la brecha salarial y dignificar el empleo, combatir la violencia de género, no incrementar los escaños de los partidos. Ellos están en sus preocupaciones y nosotros en las de la gente.

--¿Puede haber acuerdo?

--Estamos dispuestos a estudiar y debatir. Para eso tomamos la iniciativa de crear una subcomisión en el Congreso que está trabajando. Por tanto, abiertos a estudiarla pero en una primera lectura advierto que los problemas del sistema electoral no se superan con esa reforma tan limitada.

--La reforma del sistema de financiación autonómico es una necesidad en cuya reivindicación ha dicho que apoya al ‘president’ Puig. ¿En qué medida? El PP vincula esa reforma al apoyo del PSOE a los presupuestos en el Congreso. ¿Los respaldará?

--El Gobierno está haciendo una auténtica dejación de funciones al negarse a reformar la financiación autonómica, una financiación que ya tenía que haberse revisado hace cuatro años. Tiene que ofrecer una propuesta de reforma del sistema de financiación y debe hacerlo sin buscar excusas ni plantear chantajes. Nosotros no vamos a apoyar un presupuesto que obedece a una visión del Estado que es propia de la derecha, con un debilitamiento del Estado de Bienestar y una renuncia a la inversión productiva.

--Usted plantea las primarias en todos los partidos. El suyo ha sido pionero en elegir a sus líderes por este medio, pero eso lleva a enfrentamientos entre diferentes ‘familias’. ¿Es esta la fórmula?

--Las primarias son una exigencia de democracia, una obligación democrática a la que no pueden sustraerse los partidos políticos en el siglo XXI. Pero, fíjese lo que le digo, con ellas no estamos haciéndonos solo un favor a nosotros mismos; sobre todo, prestamos un servicio a la sociedad. Créame que cualquier inconveniente que lleve aparejado es insignificante comparado con sus revulsivos para la vida de un partido. Permítame que lo diga de este modo: yo soy hijo de las primarias, las conozco bien, me he presentado a dos y soy su más incondicional defensor.

--Desde su elección como secretario general se han ido sucediendo los congresos regionales, provinciales, comarcales... y, después, las listas. Y eso favorece las guerras internas. ¿No cree que se debería estudiar cómo evitar que los socialistas no estén enredados en temas internos durante meses y meses?

--Nuestra responsabilidad es hacer compatibles las elecciones primarias con las obligaciones hacia la ciudadanía del Partido Socialista. No pueden distraernos de nuestras responsabilidades públicas. Y creo que no lo están haciendo. El PSOE es la alternativa al Gobierno del PP no solo por la fortaleza de nuestro proyecto, sino también por la coherencia de apostar por la democratización y empezar por practicarla, en nuestra propia casa.