La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos Penyagolosa celebra este sábado una jornada sobre convivencia en las aulas en la Escuela Oficial de Idiomas de Castellón en la que intervendrá el experto Pedro Uruñuela. Ha sido catedrático de Bachillerato, inspector educativo y subdirector general de la Alta Inspección del Ministerio.

--¿Qué cuestiones va a abordar en la jornada de este sábado?

--El título que le he puesto es Una mirada al bosque de la convivencia. Vamos a ir viendo distintos conjuntos de árboles, para tener una visión global para ver cómo es el trabajo de la convivencia positiva y de la importancia que tiene en educación. Iba a plantear varios puntos. Por qué es necesario trabajar la convivencia en los centros. Están con nosotros los chicos 15 años, no podemos desaprovechar esa ocasión, etc. En segundo lugar me centraré en qué entendemos por convivencia, qué planteamientos no son completos, porque la reducen a disciplina o a prevenir el acoso y cuando es tener las capacidades para relacionarnos bien y saber cuidar unos a otros. En tercer lugar quiero pasar por las situaciones de violencia que se viven en los centros educativos, las cuatro que afectan al alumnado, pero también las que afectan al profesorado, a las familias y al propio sistema educativo que a veces se impone de manera violenta sobre el alumnado. De los alumnos me centraré en el acoso entre iguales o ‘bullying’, el ciberacoso, las conductas disruptivas en el aula y por último la violencia de género, muy importante en los centros porque es donde se consolidan actitudes y un montón de cosas. Veremos cómo esto responde a un modelo de relación basado en el dominio / sumisión, en el empleo de la fuerza para imponerse sobre otros y que lo que buscamos es enseñar a los chicos a rechazar toda actitud de violencia y plantear el respeto y la dignidad de la persona, la cooperación como valores fundamentales de la relación. Hay dos enfoques de la convivencia, el reactivo, que reacciona cuando hay un follón, y el proactivo, que lo que hace es anticiparse y hacer prevención. Y terminaré aludiendo a nueve medidas que deben contemplarse en un centro educativo y que deben formar parte del plan de convivencia. En una hora y media tengo que ir muy por encima de todos estos temas.

--¿Cuáles son los principales problemas de convivencia en las aulas?

--Si nos centramos en los alumnos, sobre todo, preocupa el maltrato entre iguales, es decir, el ‘bullying’, el que alguien que tiene más fuerza más poder se imponga sobre otro, que no se puede defender y que tiene tres características. Hay desequilibrio de poder. La segunda es la intencionalidad, es decir, el agresor sabe que está haciendo mal, no es una casualidad, no es que le ha empujado sin darse cuenta, sabe que está sufriendo, y la tercera es la duración en el tiempo, no es un choque puntual en el recreo sino algo que dura en el tiempo una semana un mes. El segundo es el ciberacoso, que es la forma de quebrar la convivencia que más está creciendo en este tiempo. Hay una paradoja, internet ofrece posibilidades de comunicación, de convivencia, de relación, pero tiene riesgos, peligros y abusos que los chicos tienen que aprender desde pequeños, desde que empiezan a usar los móviles. Además, causan mas daño a la persona porque el 'bullying' se produce en el centro pero el ciberacoso lo llevas puesto. Conectas el teléfono y tienes la foto de Instagram, tienes el chateo, que te está insultando o el rumor que correo, lo llevas puesto. La tercera cuestión son las conductas disruptivas, es decir, las dificultades que el profesorado encuentra para dar clase a partir de quinto de Primaria 6º de Primaria, 1º y 2º de ESO. Son una serie de conductas que incluyen pasividad del alumnado que está en clase como un mueble, que no hace el trabajo; es molestar en clase, interrumpir. Tengo recogidas 172 formas distintas que tienen los chicos para no dejar dar clase, sacadas de los partes de expulsión de los propios profesores; luego está el absentismo, desde el que se desconecta de una asignatura hasta el que falta un mes y la falta de respeto al profesor, aquellos chicos y chicas que por las razones que sea consideran al profesor como un igual, un colega y le tratan como tal y hay que enseñarles, que no, que el profesor tiene una función muy concreta que está por encima sin que eso suponga ninguna discriminación, ningún desprecio al alumnado que no se puede poner al mismo nivel el profesor y el alumno. Hay una cuarta forma, que es la violencia de género. Leí este fin de semana que está aumentando mucho el número de denuncias por parte de chicas de 12 a 18 años por maltrato, abuso de su pareja, noviete o expareja. En el curso pasado (2017/18) hubo en toda España 1.200 denuncias por parte de chicas menores de edad de 12 a 18 años, un dato que pasa inadvertido, pero que es muy serio.

--Lo llamativo es que usted introduzca esta problemática como prevención.

--Se debe a que es en estas edades cuando se conforman las actitudes hacia la mujer, los prejuicios, los estereotipos, los mitos del amor romántico, el que si me quieres dame las contraseñas de tu teléfono, si me quieres dime dónde estás, mándame una foto para saber qué estás haciendo. Estas actitudes de control que luego se prolongan ya no solo durante la adolescencia, sino ya siendo adultos. A mí me decían mis padres que un árbol hay que enderezarlo cuando es pequeño porque cuando crece ya no hay quien lo enderece. Aquí pasa un poco lo mismo, yo creo que son temas importantes, claves que hay que trabajar desde pequeños, desde Primaria y sobre todo en Secundaria, porque es cuando se conforma la personalidad del adulto.

--¿Se puede prevenir el acoso entre iguales?

--Defiendo y he dado muchos cursos sobre prevención del acoso. No lo acabamos de entender. El problema del acoso es un problema de grupo, no es que haya una víctima a la que hay que atender. Por supuesto hay que atenderla. Pero la prevención tiene que centrarse en construir un buen grupo, una buena relación. Enseñar a comunicarse, el respeto, crear unas estructuras y un ambiente en el que sea imposible en que aparezca el acoso. Lamentablemente, nos centramos en cuando aparecen las situaciones de acoso. Por ejemplo, el tema de los protocolos del acoso llegan tarde, llegan cuando ya se ha producido esta situación. Yo defiendo y planteo que el tiempo dedicado a la prevención tiene que ser el 90% del trabajo dedicado al acoso. Y que eso se pueda hacer creando un buen grupo y sobre todo incidiendo en los alumnos que son espectadores porque una de las características del acoso es que los adultos son los últimos en enterarnos de lo que está pasando cuando los chicos lo saben desde el primer momento… son observadores pasivos que no se atreven a denunciar, a oponerse, fundamentalmente por miedo a que se vuelva contra ellos y se conviertan en víctimas o a ser considerados como chivatos. Hay un caso muy famoso, el de Jokim, todo empezó porque él denuncia, diciéndole que es un chivato y así se pone en marcha todo. El problema es cómo trabajar con estos chicos para que denuncien estas situaciones y tengan condiciones en el centro para que eso no se vuelva contra ellos. No me vale decir que hay que ser valientes. Hay que crear las condiciones para que lo sean, creando un ambiente, una estructura organizativa en el grupo para que puedan evitarse y puedan denunciarse estos casos.

--¿Qué acciones más innovadoras se están llevando a cabo en este ámbito de prevención del bullying?

--Todo lo relativo al trabajo con alumnos espectadores. En España hay un programa traído de Finlandia, Kiva. Estamos trabajando en ello desde hace mucho, una de las figuras es la de alumnos ayudantes, es decir, que se convierten en tutores, que acompañan a alumnos que están solos. Estamos trabajando en destapar y que salgan a la luz las situaciones de chicos solitarios, que no tienen amigos, los recién llegados, los que son emigrantes, etc. Y se les pone un acompañante, que es su tutor, que acompañan a los alumnos, que no les deja solos, que está pendientes de ellos en el recreo, cuando salen y llegan. Es la la figura para mí más eficaz en la prevención del acoso y en la que más estamos trabajando ahora.

--¿Se podría hablar de un perfil?

--De acosador es más difícil porque es más inespecífico. Normalmente el agresor suele ser un alumno que ha tenido problemas en la relación, le falta un cariño importante, recurre a la fuerza como medio de apoyarse. En las víctimas hay una cosa importante que es ser diferente respecto del grupo, se puede ser diferente de muchas maneras, se puede ser diferente porque eres un chico emigrante, que no conoce el idioma, que tiene un color distinto color de piel, discapacidad o llevas gafas muy gordas, pero también se puede ser diferente por ser un buen alumno, aplicado. Nosotros precisamente entendemos convivencia como respetar diferentes, respetar al otro aunque piense de otra manera, aunque tenga otras costumbres, siempre que no vayan contra la dignidad humana, jamás aceptaremos diferencias culturales como la mutilación genital femenina, pero todo lo demás son diferencias que se pueden aceptar, vivimos en una sociedad muy plural, muy diversa y tenemos que preparar a nuestros chicos para que vivan en eso.

-- ¿Hacen falta más recursos para la prevención?

Sí. Hacen falta más recursos. En concreto dos cosas, más tiempo en el profesorado, si tienes 22-23 horas de clase y aparte tienes que preparar, corregir no hay tiempo. El tiempo es fundamental como recurso para poder planificar la prevención y en segundo lugar, debe haber responsables. Comunidades, como ejemplo Castilla y León lo están haciendo y está funcionando muy bien. Tiene gente con liberación de clases para atender estos problemas de convivencia y cuestiones de prevención, dando material a los tutores para que lo apliquen en la hora de tutoría, organizando determinadas actividades. No tanto dinero, sino tiempo y personas dedicadas a esto.

--¿A su juicio tendría que haber una figura de delegado de prevención?

-- Pienso que sí. Y dentro de esa figura de prevención, el profesorado pero también incluyendo a los propios alumnos, que pueden aportar mucho, y padres y madres. Siempre digo que no conozco un centro que haya puesto una buena convivencia sin contar con alumnos y padres.

--¿Cómo puede prevenir un padre que su hijo se convierta en un acosador, o al revés?

--Lo fundamental es que tan importante como sacar buenas notas en matemáticas e inglés y perfectamente compatible con esto es que sea una buena persona, que sepa relacionarse, que rechace la violencia, que no abuse, que no insulte, que practique el respeto. Han venido padres y madres a quejarse de que su hijo iba atrasado, de que la profesora enseñaba poco, pero no he visto ninguno todavía que viniera y me dijera: "es que mi hijo no sabe trabajar en equipo, dialogar; es muy violento en la comunicación". Esto es clave y es fundamental y que sepan aquellos síntomas que pueden significar que está siendo víctima o se está convirtiendo en agresor. En el caso de la víctima, cambia la manera de comportarse, no quiere ir al instituto, se le ve triste, pierde el apetito. Yo a los padres les diría preocúpese sobre todo de la convivencia positiva, como se comporta su hijo en relación con otros, fomente esa actitud hacia la convivencia, etc.

--En el tema de las nuevas tecnologías, los padres, ¿puede o debe controlar el uso que sus hijos hacen de estas?

--Sí, pero pero sin miedo. Insisto, procuramos hacer un enfoque muy en positivo de lo que son las nuevas tecnologías. Tienen unas posibilidades educativas, para la relación enormes pero tiene grandes riesgos. Y lo que hay que educar es en la prevención de esos riesgos, de que no puedes dar tus datos al primero que te los pide, no puedes colgar fotos sin más, porque quedan ahí para siempre, cómo hay suplantaciones de personalidad, cómo puede haber gente que intenta localizarte para hacer otras cosas. Informar bien de los riesgos que tiene internet y educar y promover positivamente el buen uso de las redes. Merece la pena porque tiene más ventajas que inconvenientes.

--Usted no sería partidario de prohibir el uso del móvil en el centro.

--Yo no, pienso que es poner puertas al campo. El móvil está todos los días, es importantísimo para el chaval. Corre el riesgo, confía en ellos, plantea actividades que puedan suponer conectarse a internet y aprovecharlas dentro de las clases. Vas a enganchar más a los chicos, les vas a motivar más, que haya alguno que se distrae, que empieza a mandar un mensaje… bueno, cuando confías en los chicos y creas un buen clima el riesgo disminuye. Hay que ir en una actitud positiva. Y más en los chavales de 16 o 17 años para ellos el móvil importantísimo. He visto situaciones en las que un profesor le quita al alumno el móvil y vamos es como si le hubiera arrancado una mano. Para ellos es fundamental estar conectados.

--Y ya la última pregunta ¿el castigo sirve en las actitudes disruptivas?

--No. Creo que hay que revisar por qué se producen esas conductas disruptivas y qué necesidades educativas hay. Creo que hay un problema muy serio de los factores estructurales del centro educativo. Tenemos un plan de estudios que es inabarcable, muy memorístico, muy alejado de los intereses de los chicos, que no entienden por qué tienen que estudiar determinadas cosas. La pregunta que más hacen es ¿para qué lo tengo que estudiar? Habría que ir a cambios importantes en cuanto al plan de estudios, a la metodología que se usa en clase. Cuando poner en marcha metodologías activas, metodologías del tipo aprendizaje servicio, que es vincular lo que aprendes a necesidades del entorno, funciona mucho mejor. Es la mejor prevención sobre conductas disruptivas. Y cambiar determinadas prácticas. No es mejor profesor el que más suspende, sino el que más aprueba, porque ha conseguido que los chicos vayan hacia adelante. Son cambios que exigen un giro copernicano. Y una cosa importante: me preocupa que a los profesores de Secundaria nunca nos enseñaron a tratar a los estudiantes, tratar con un grupo. En la formación inicial del profesorado de Secundaria no se ha tratado. En 41 años, solo he conocido a un profesor que no dominaba su asignatura, pero he visto cantidad de compañeros pasarlo mal por la convivencia.