Este lunes se ha iniciado la fase 0 de la desescalada del confinamiento a causa del covid-19. Muchos comercios de Castelló y provincia hasta ahora cerrados por imperativo gubernamental han recibido el visto bueno para, con bastantes restricciones, abrir sus puertas al público y retomar su actividad, aunque en muchos sectores a cuentagotas.

No es el caso de las peluquerías. Tanto en Castellón capital como en el resto de la provincia la norma general ha sido la de colgar el cartel de abierto desde este mismo lunes, con preferencia para los mayores de 65 años, a los que se debe reservar cita en su horario de salida (10.00 a 12.00 y 19.00 a 20.00). “De momento solo puedo atender a una persona dentro del local, ni siquiera los siguientes clientes pueden esperar sentados dentro y deben hacerlo en la calle”, explica Romina Iacob, que regenta su negocio de peluquería unisex en el PAU Censal de Castelló.

Como en el resto de peluquerías, tanto de mujeres como de caballeros o para ambos sexos, la cita se coge “vía telefónica o por whatsapp”. Muchos negocios, como el de Romina, están actualmente bajo mínimos de personal al encontrarse en estos momentos los empleados en situación de ERTE, lo que hace “mucho más complicada la gestión: hay que atender las citas previas y a los clientes que están en el salón al mismo tiempo”. De momento, el consejo general es mantener los ERTEs hasta que “haya cierta seguridad de que el negocio vuelve a arrancar sin problemas”.

Por contra, Karik, sobre estas líneas (foto de Gabriel Utiel) con una consolidada clientela en su local de la calle Doctor Fleming de Castelló, ha decidido levantar desde este lunes el ERTE que afectaba a su ayudante en la peluquería. "Gracias a Dios la lista de citas previas está ya cubierta hasta el 15 de mayo. Es un goteo constante de clientes", señala en peluquero, "feliz por volver a trabajar 50 día después".

Esta nueva etapa que se abre por delante va a suponer muchos cambios como adaptar locales a las nuevas necesidades de seguridad exigidas. "Hemos distribuido tres espacios diferentes en el local para poder atender a tres personas a la vez y así guardar la distancia de seguridad adecuada”, dice Antonio, propietario de R.G. Peluqueros en Burriana (foto inferior de Isabel Calpe). Para reforzar aún más el distanciamiento Antonio nos explica que esta misma semana va a recibir unas mamparas de metacrilato que instalará entre los asientos para que la separación esté garantizada, informa Isabel Calpe.

La suspensión de las Fallas ha afectado de lleno a los ingresos de esta peluquería “febrero y sobretodo marzo son los meses más fuertes para este negocio” explica que sumado a la suspensión de eventos como cenas, bautizos y comuniones “calculo que me va suponer pérdidas de 10.000 o 12.000€”. La reapertura le asegura poder volver a generar ingresos “martes era el día de descanso del personal, pero en estas circunstancias estaremos abiertos toda la semana para poder repartir las citas entre toda la clientela fija que solemos tener”.

POCA INCIDENCIA EN LA HOSTELERÍA

El servicio de hostelería era otro de los que empezaban a ver la luz a partir de este lunes 4 de mayo, aunque únicamente para ofrecer a sus clientes servicio de recogida y entrega de comidas, a la espera de que en la fase 1, a partir del 11 de mayo, se puedan abrir las terrazas (limitadas al 50% del aforo, situación que ya se ha alcanzado en las islas más pequeñas de los archipiélagos canario y balear).

En Castellón, muchos bares y restaurantes han decidido obviar este primer servicio y mantenerse inactivos hasta la próxima fase, como reza en algunos de sus carteles expuestos de cara al público.