Los colectivos taurinos lo tienen claro. No cesarán en su empeño de derogar cuanto antes la inclusión del segundo médico en los bous al carrer. La moratoria se les queda corta e insisten en ir más allá. Tal es su propósito que confían en que este mismo ejercicio la comisión consultiva sobre estos festejos aborde el asunto y emita un dictamen desfavorable que lleve a Les Corts a revocar la norma sin esperar a los dos años que marca la moratoria aprobada ayer.
Tras el tenso pleno, la Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer de la Comunitat solicitó, a falta de hacerlo hoy por escrito, al director general de Emergencias y presidente de la comisión consultiva, José María Ángel, una reunión de urgencia para esta próxima semana.
«La derogación se tiene que conseguir, debe ser este mismo año. En la comisión estamos todos de acuerdo, excepto los médicos», remarcó el presidente de esta entidad, Vicent Nogueroles, quien representa a las cerca de 2.000 peñas taurinas que hay, actualmente, en la provincia.
«Desilusión»
«Estamos desilusionados porque no se ha aprobado en Les Corts lo que nosotros queríamos. El espectáculo que han dado los diputados no se corresponde con el mundo de los toros. No queremos la ayuda de ninguno, porque no están capacitados, se han tirado las piedras a la cabeza», lamentó, al tiempo que invitó al diputado de Podem Daniel Geffner, quien defendió en el pleno la idoneidad de que haya un segundo médico, a «acudir a algún festejo, porque habla desde el total desconocimiento».
Por su parte, el presidente de la Asociación en Defensa de las Tradiciones del Bou al Carrer, Julio Franch, insistió en que la derogación es la única salida. «Tras el trabajo intenso de la asociación, junto con la federación, el problema médico podría haber quedado solucionado antes del fin de semana», subrayó. El colectivo prevé reunirse en los próximos días con todos los grupos «para intentar conseguir el mejor fin». «No vamos a parar hasta derogar esta ley innecesaria», concluyó Franch.
Veterinario
La decisión de Les Corts ha supuesto un cubo de agua fría para los aficionados, que llevan meses de continuas negociaciones sobre el nuevo decreto de bous al carrer, que está previsto que se apruebe este primer trimestre. El tema del segundo médico se conoció cuando, desde el Consell, ya se había dado por resuelta la polémica sobre que la futura normativa contemple la obligación de que haya un veterinario supervisando las exhibiciones, tras la inicial oposición de los aficionados. En este asunto no hay acuerdo entre las entidades, ya que la federación apoya dicha medida, pero la asociación la rechaza. H
