Peñíscola es la localidad más turística de Castellón y también la que cuenta con una oferta más amplia de cámpings. El 18% de las instalaciones con las que cuenta la provincia están en la ciudad del Papa Luna, según datos de la Agència Valenciana de Turisme (AVT). A Peñíscola le sigue Benicàssim, con 5 instalaciones y, a continuación, ya se sitúan Alcossebre, Cabanes y Orpesa, todas con cuatro.

Aunque el grueso de los cámpings de Castellón se encuentra situado a escasos metros del mar, también los hay en el interior. Altura, Bejís, Navajas, Segorbe, Tírig o Vilafranca del Cid son ejemplos de municipios de la provincia que cuentan con, al menos, una de estas instalaciones.

Los cámpings han hecho un esfuerzo por modernizarse y uno de cada tres tiene cuatro estrellas. Otro cuenta con la máxima categoría (cinco estrellas), mientras que el resto tiene entre una y dos estrellas. Entre todos los alojamientos suman 21.612 plazas y algo más de 5.600 parcelas.

Los datos que maneja la asociación provincial revelan, además, que el perfil de los clientes que eligen los cámpings de Castellón son familias, que pernoctan de media entre 7 y 10 días.