El envejecimiento de la población de Castellón provoca que el 15% de los ciudadanos de la provincia sea ya jubilada. No solo eso, sino que el progresivo retiro de toda una generación de personas que han trabajado en profesiones liberales o en la función pública y cuya vida laboral ya se ha desarrollado en democracia (con carreras más largas y cotizaciones mayores) tiene como consecuencia que la pensión media haya crecido en los últimos años de forma exponencial, con lo que aumentan los pensionistas cuya paga les permite no solo cubrir los gastos básicos sino pensar en alternativas de ocio como el Imserso, que en su edición del 2019 pende de un hilo por un recurso de una empresa.

Los 83.805 jubilados con los que contaba Castellón a final del mes pasado cobraron una pensión media de 986,62 euros, por los poco más de 935 euros de hace tan solo un año. El responsable de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO en la Comunitat Valenciana, Evaristo Soto, explicó que este incremento se debe no solo a que esa generación con «niveles salariales aceptables» llega a los 65 años, sino también a que el último año las pensiones se revalorizaron de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC), lo que supuso un incremento del 1,6%.

130 EUROS MÁS // La subida viene de atrás, pues hace solo un lustro, en el 2014, la paga de los pensionistas apenas era de 854 euros, con lo que la diferencia se sitúa en los 130 euros. Si esta cifra no ha crecido más deprisa es, según Soto (CCOO), debido a que durante varios de los años en los que Mariano Rajoy fue presidente del Gobierno las pensiones solo se revalorizaron un 0,25%, lo que en la práctica suponía «una pérdida de poder adquisitivo por parte de un colectivo» que, más allá de las propuestas de ocio que pueda permitirse, «se ha erigido en dique de contención de muchas familias en apuros», según el dirigente de CCOO.

Con todo, el incremento de las pensiones experimentado por los jubilados de Castellón en los últimos años no sirve para alcanzar la media nacional, que se sitúa en 1.139 euros. Menos aún para acercarse a las provincias donde las pagas, fundamentalmente las del País Vasco (donde la media está en 1.400 euros) y Asturias y Madrid, donde supera con holgura los 1.300 euros.

Con todo, las centrales sindicales insisten en que no solo hay que poner el foco en las prestaciones medias sino en las más bajas, según Soto, «en aquellas que ni siquiera llegan a los 750 euros y que provocan que quienes las perciben no puedan ni plantearse realizar viajes, pues no da ni para llegar a final de mes».