Han llenado calles y plazas con sus reivindicaciones. Sus gritos en defensa de unas pensiones dignas han conseguido doblegar al Gobierno que ya ha anunciado que este año subirán todas las pensiones: las mínimas crecerán el 3% y, para el resto, el incremento será lo que marque el Índice de Precios de Consumo (IPC). Pero la revalorización no es lo único que preocupa a los jubilados. También lo hace el hecho de que el importe de las nuevas pensiones está retrocediendo. En Castellón ya ocurrió en 2015 y 2016 y el año pasado volvió a suceder exactamente lo mismo. Y, además, lo hizo con mayor intensidad. ¿Las causas? El efecto de las últimas reformas y las consecuencias de la crisis económica sobre el empleo y los salarios.

Los 3.026 trabajadores de Castellón que se jubilaron durante el 2017 lo hicieron una pensión media de 1.155,50 euros al mes, 42,26 euros menos que los que se retiraron en el 2016, un 4% menos. La bajada ha sido tan grande que ha acabado arrastrando a los nuevos pensionistas de todo el sistema (jubilados, viudas, por incapacidad...) cuya pensión media se situó en 937,09 euros mensuales, 20,59 menos que en 2016, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Hasta el 2014, el aumento de la pensión de los nuevos jubilados de Castellón parecía inquebrantable. Quienes se retiraron del mercado laboral en 2007 empezaron su nueva vida cobrando una pensión media de 821,66 euros al mes. En 2014, esta prestación llegó a ser de 1.201 euros con 25 céntimos. Un aumento del 46% que en apenas siete años, los más duros de la crisis, supuso que los nuevos jubilados cobraran de media 380 euros más al mes. Esa senda alcista se rompió por primera vez en el año 2015, aunque ha sido en el último ejercicio cuando la tendencia a la baja se ha intensificado.

La reducción de la prestación de los nuevos jubilados está muy vinculada a la destrucción de empleo durante los años de la crisis. De hecho, los trabajadores que se quedaron sin empleo justo antes de la edad de jubilación vieron cómo se truncaban sus carreras laborales, con un repentino agujero en la recta final. Los pocos que encontraron otro trabajo lo hicieron con peores condiciones y la mayoría logró salir del desempleo. De hecho, si una persona cobra el subsidio del paro cuando cumple los 61 años se le jubila de manera forzosa y se le aplican unos fuertes recortes incluso habiendo cotizado 40 años.

CONSECUENCIAS DE LAS REFORMAS

Además, las últimas reformas han deteriorado la posición de este colectivo. Al retraso de la edad de jubilación paulatino hasta los 67 años en 2027 (este año la edad legal es de 65 años y seis meses), hay que añadir cambios que pueden haber tenido un impacto incluso mayor. Y uno de los principales es el número de años cotizados que se tienen en cuenta para el cálculo de la pensión. Antes se tomaban 15 y la cifra va aumentando progresivamente. Este ejercicio ya está en los 21.

La pensión media de los nuevos jubilados es cada año más baja y todavía se nota más en el caso de los autónomos, que suelen tener carreras de cotización más cortas y con menores bases. Un par de datos basta para entenderlo: los 823 profesionales por cuenta propia que se jubilaron el año pasado en Castellón lo hicieron con una paga media de 781,86 euros al mes, un 8,4% menos que los que se jubilaron en el 2016, que percibieron 847,99 euros. H