Una Diputación del pueblo, para los pueblos, orientada al bien común, más próxima al ciudadano, que trabaje con lealtad de la mano de la Generalitat y el Gobierno, sin duplicidades, más igualitaria y feminista, más social y democrática y que luche contra la despoblación.

Es la administración provincial que imaginó ayer el portavoz del grupo socialista, Santi Pérez, destacando que por primera vez estará gobernada por un alcalde y, además, de una pequeña localidad. «Un filósofo y profesor, con estima por el servicio público, que tiene que ser catalizador para que el cambio funcione», valoró Pérez.

El socialista agradeció la labor de los portavoces que le han precedido -Ximo Puig, Enrique Navarro y Francesc Colomer (los tres entre el público) y también de José Benlloch y Toni Lorenzo (ausentes)-, y alabó «el camino abierto en su día por Francisco Solsona para que hayamos podido seguir trabajando para conseguir la justicia social».

Sobre la gestión del PP durante 24 años. Una de cal y otra de arena. Reconoció la «ayuda de Javier Moliner -ya expresidente- para la regeneración de esta institución» y destacó que ahora «por fin» se cierra una «época de 24 años en los que la Diputación se ha caracterizado por la pérdida de reputación, la corrupción y la política clientelar».

objetivos // Para el PSPV, los objetivos son «mejorar las infraestructuras, los servicios y la convivencia y equiparar las oportunidades de los vecinos». «Castellón es innovación, industria, patrimonio, naturaleza, turismo... Tenemos que tener orgullo y transformarlo en oportunidades». Además, aplaudió la entrada de Compromís en el equipo de gobierno y resaltó la «visión plural y progresista» que aportarán.