Seguro que la escena les suena. Es julio, de noche, el calor le asfixia y abren la ventana buscando algo de brisa. Intentan dormir, pero un zumbido acecha su oído. Es un mosquito. ¡Maldito bicho! Y lo peor es que están por todas partes. Les acribillan en casa pero también en la calle, cuando salen a correr cada tarde, o en la terraza del bar que frecuentan. Su picadura, en principio, no comporta nada más allá de una molestia localizada, pero en Castellón este verano sus picotazos se cuentan por miles. Las farmacias se hinchan a vender repelentes, los hosteleros avisan de que ahuyentan los turistas y reclaman ayuda urgente a la Administración y hasta hay un grupo de empresarios y vecinos de Torreblanca que incluso se ha manifestado. Y todo por culpa de ellos, los mosquitos.

Aunque solo mide entre cinco y diez milímetros, el mosquito tigre se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para algo más de la mitad de los ayuntamientos de la provincia. En Castellón ya son 69 los municipios donde se ha localizado su presencia, un 43% más que hace un par de años, cuando eran 48. «Este verano la especie más problemática, si el tiempo continúa igual de seco, será el mosquito tigre. En cambio, si se producen fuertes episodios de lluvias, tenemos que temer al mosquito de marisma en las zonas inundables de marjal», apunta David Bravo, representante en la Comunitat Valenciana de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) y director técnico de la empresa de CTL.

Sea un mosquito tigre o uno de marisma, lo cierto es que llega el verano y las picaduras se multiplican. «El mosquito tigre suele picar durante todo el día, incluso a través de la ropa. Y las principales complicaciones pueden surgir debido a picaduras múltiples, que afecten a cuello y cara o a la cercanía de articulaciones», explica el doctor Eduardo Bermell, pediatra del servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón. «También se pueden producir complicaciones por una especial sensibilidad del afectado y, en estos casos, se puede producir malestar, náuseas, reacción alérgica, shock…» añade.

Los mosquitos son, ahora mismo, los bichos más temibles en la provincia, pero hay otros muchos animalitos que este verano pueden hacernos pasar un mal rato. Y dos de ellos son marinos: las medusas y los peces araña. Un dato. El pasado verano, en las playas de Castellón, Peñíscola, Benicàssim, Torreblanca y Cabanes, cuyo servicio de socorrismo y salvamento fue gestionado por la empresa Intur Sport, fueron atendidos 1.859 bañistas por picaduras de medusas y peces araña. «Son las curas más habituales en nuestras costas y, entre las dos, suponen un 48,% de todas las asistencias que realizamos», subraya Jorge Flecha, coordinador de Socorrismo y Salvamento de una empresa que este año también se hace cargo del servicio en Orpesa.

Medusas a la vista

Pero, ¿qué especies de medusas son más frecuentes en la provincia? ¿Habrá invasión este verano? José Miguel Cerdá, director del Instituto de Acuicultura de Torre la Sal, en Cabanes, destaca que en la costa de Castellón abundan la medusa huevo frito (su nombre científico es Cotylorhiza tuberculata) y la Rhizostoma pulmo. «Son las más frecuentes y son poco urticantes. Otras especies, aunque mucho menos frecuentes, son la clavel del mar y la luminiscente. La primera es más abundante en los primeros días del verano y su picadura es muy dolorosa», añade el experto.

Cerdá recuerda que las medusas pican a distancia (tienen unas especie de dardos que lanzan) y, además, pueden hacerlo después de muertas. «Su mayor o menor presencia en nuestras costas depende de las condiciones del medio, de la temperatura, de si tienen alimentos... y este verano todo apunta a que no habrá invasión», añade.

La mejor manera de curar una picadura de medusa es lavar la herida con suero salino aunque, en ocasiones, pueden aparecer complicaciones. «Y eso ocurre cuando se presentan picaduras extensas o el paciente tiene naúseas, malestar, alteraciones respiratorias, shock», describe el doctor Bermell, que aconseja tener cuidado con los niños debido a su menor peso.

Las picaduras del pez araña también son muy molestas. «Se trata de peces muy pequeños que viven hasta en 50 metros de profundidad. Habitan enterrados en la arena y, cuando se sienten amenazados, pican, generalmente en el pie o en la mano», subraya el director del Instituto de Torre la Sal.

Alberto Aroca, jefe del servicio de Socorrismo de las playas de Orpesa, asegura que son más frecuentes las picaduras de peces araña que de medusas. «La recomendación general, cuando alguien sufre una picadura, es que acudar al puesto de socorrismo más de cercano. Allí se le hará la cura y se valorará la gravedad de la herida, dado que no todas son iguales», añade.

Alérgicos a las abejas

Medusas, peces araña, mosquitos y también abejas, avispas, garrapatas o chinches. En el caso de las avispas y abejas, el problema no es la picadura (sus efectos se palian con un poco de hielo), sino que afecte a personas alérgicas. Y la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) asegura que el 3% de la población lo es, de ahí la importancia del diagnóstico y del tratamiento preventivo.

Las picaduras de una avispa pueden llegar a ser mortales y las de los mosquitos (¡otra vez esos malditos bichitos!) transmiten virus que ocasionan enfermedades como la malaria, el dengue o la leishmaniasis. Ninguna de ellas afecta directamente a España. Lo que este verano sí nos afectará, seguro, es la picadura de alguno de todos estos animales. Y la sensación general es que cada vez hay más. Ya lo dice el dicho: A l’estiu, tota cuca viu.

Mosquito tigre

Desde el 2004, el ‘Aedes albopictus’ ha ido extendiéndose por el este peninsular hasta el punto de que invade más de la mitad de los municipios de Castellón. «El mosquito tigre suele picar durante todo el día, incluso a través de la ropa. Las lesiones que provoca consisten en eritema zonal, pápula (no agrupadas, sobre todo en piernas), prurito o picor y posible dolor en la zona», apunta el doctor Eduardo Bermell, pediatra del servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón. Ante las picaduras, Bermell aconseja lavar bien la zona con agua y jabón, incluso con alcohol, aplicar frío local y evitar el rascado para reducir el riesgo de sobreinfección.

Medusa

Abundan en las playas de Castellón y la intensidad de su picadura depende de la especie y de la zona del cuerpo afectada. «En el momento que te pica una medusa, aparece de inmediato un dolor y un picor muy intenso, así que lo primero que hay que hacer es limpiar la zona afectada por la picadura. Lo ideal para limpiar la zona es el suero fisiológico. En caso de no haber, el agua salada también podrá ser una solución », explica el doctor Eduardo Bermell, del Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón. Los expertos insisten en que hay que desmentir algunos mitos como echar orina, agua dulce sobre la herida o cubrirla con arena.

Pez araña

Es un habitual de nuestros mares y puede llegar a acercarse bastante a las costas. Estos peces pinchan con sus espinas dorsales, y su picadura es muy dolorosa debido al veneno. En la zona de contacto aparece enrojecida e hinchada, y en casos extremos puede llegar a provocar fiebre, vómitos o náuseas. El tratamiento inmediato consiste en limpiar y desinfectar la herida, retirar los restos de espinas que puedan observarse a simple vista y aplicar calor en la zona afectada lo antes posible para ayudar a mitigar el dolor. «Aplicar calor es lo más importante», dice Alberto Aroca, jefe de Salvamento de las playas de Orpesa, que aconseja acudir al punto de socorrismo más cercano.

Abeja y avispa

La única diferencia es que la abeja deja el aguijón tras picar, cosa que no sucede con la avispa. Si la picadura es de abeja se debe retirar el aguijón rápidamente y hacerlo con cuidado. Las reacciones, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), suelen ser locales, con picor, enrojecimiento e inflamación circunscrita a la zona donde pica el insecto. En estos casos, lo mejor es lavar la herida con agua y jabón, así como aplicar compresas frías o hielo. Pero cuando el área de inflamación es mayor de 10 centímetros de diámetro se trata de una reacción alérgica por lo que resulta conveniente tomar antihistamínicos y corticoides tópicos u orales.

Alacrán

Estos animales, fácilmente identificables por su cuerpo robusto, cuatro pares de patas, fuertes pinzas y abdomen terminado en un aguijón venenoso, suelen picar en manos y pies. Cuando nos pican, la zona donde han clavado su aguijón queda enrojecida y lo primero que hay que hacer es lavar la zona con agua y jabón, desinfectarla con antiséptico y ponerle hielo. A veces la picadura puede producir náuseas, vómitos, diarrea, sudoración, salivación, hipotensión y excitabilidad. Los especialistas aconsejan también mantener la zona de la picadura elevada y, después, acudir a un centro de salud o a un hospital cercano donde se administrará analgésico y antihistamínico.

Garrapata

La garrapata no pica, sino que corta la piel transmitiendo un anestésico con su saliva que hace que el proceso pase desapercibido. Lo más habitual es ver a la garrapata enganchada a la piel. Otras veces la picadura se identifica cuando se desprende y queda expuesto un orificio de bordes redondeados y con la zona inflamada. Si la garrapata se encuentra anclada a la piel, y según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas, se extraerá cuidadosamente con pinzas. Se desaconseja su retirada con algodón con alcohol, aceite, vaselina o cortarla con unas tijeras. Si causa erupción en la zona o fiebre hay que acudir al hospital donde es se administrará antibióticos.

Pulga

Las picaduras de pulgas suelen darse, por lo general, en grupos de tres o cuatro y se caracterizan, según la empresa valenciana ITM, por ser pequeños bultos rojos en la piel, que generan una intensa comezón. Las indicaciones que hay que seguir son las siguientes: lavar con agua y jabón la picadura. Después aplicar alguna crema o pomada calamina para reducir la comezón. Evitar rascarse pues se podría ocasionar que se infecten las picaduras. Generalmente, no implican más complicación que el picor que puede ir acompañado de hinchazón. Las pulgas pueden permanecer en la ropa hasta después de varios lavados, por eso hay que hacerlo a temperaturas elevadas.

Chinche

Las chinches suelen ser un insecto muy traicionero en cuanto a sus picaduras; pues cada persona reacciona distinto a ellas. Desde la empresa ITM explican que es probable que unas personas ni siquiera noten la presencia de chinches, mientras que otras pueden ser alérgicas y llegar a sufrir erupciones grandes con una picazón intensa o incluso dolor. Pero si uno es alérgico a las chinches, además de lesiones cutáneas, podría experimentar la formación de ampollas, hinchazón, comezón y hasta dermatitis. Para tratar con las chinches se recomienda cuidar al máximo la higiene. Es aconsejable lavar frecuentemente la zona afectada con abundante agua y jabón.