Mala temporada de capturas la del 2019 para los barcos pesqueros de Castellón. Cuatro de las cinco cofradías de la provincia han registrado considerables descensos en el tonelaje de pescado obtenido respecto al ejercicio anterior, lo que agrava la crisis de un sector que, azotado por distintas problemáticas, da serias señales de alarma.

En el puerto más importante, el de Castelló, las embarcaciones pescaron hasta el mes de noviembre --últimas estadísticas publicadas-- un 33,6% menos que en el mismo periodo del 2018, 3.522 toneladas por 5.307. Solo en tres, el de València, el de Alicante y el de Ferrol, hubo el año pasado un descenso porcentual mayor entre los 28 recintos que gestiona Puertos del Estado.

En Peñíscola, las 21 barcas de arrastre y las 16 de trasmallo pescaron 989 toneladas en el 2019, un 11,78% menos que en el 2018. A los problemas que comparten con el resto de puertos se sumó que este año había dos barcas menos a causa de un accidente, «y en los próximos años, cuando se jubilen los actuales patrones, habrá aún menos, ya que no hay relevo generacional», explica José Simó desde su cofradía.

varios factores // En Benicarló el descenso de las capturas de las embarcaciones de arrastre fue del 16%, y en las de trasmallo el 29%. La secretaria de la cofradía, Silvia Ferrer, achaca este bajón a varios factores: «Influye el cambio climático, la presencia masiva de atún rojo que se come otras especies o la competencia de Sant Carles de la Ràpita». En este sentido, los pescadores del norte de la provincia han denunciado en multitud de ocasiones la competencia desleal que sufren de los barcos catalanes, que trabajan más horas y no contribuyen a conservar los caladeros.

Pero incluso en el caso de que no haya habido un descenso de pesca, como sucede en Vinaròs, donde pescaron 140 toneladas más, los esfuerzos no son recompensados. «El precio al que se ha pagado el pescado no ha sido bueno y eso hace que pese a que ha habido más capturas, el beneficio haya sido el mismo que el del año pasado», indica Jaime Federico, secretario de dicha cofradía.

pescado azul // Burriana es otro de los puertos en los que ha habido una merma en las capturas. Y muy importante, ya que de las 2.386 toneladas del 2018 se pasó a 1.596. «El 90% del descenso ha venido provocado por el pescado azul. Esto se explica, por un lado, por el atún rojo, y por otro por las migraciones, que se llevan la sardina y el boquerón a Cataluña», explica el secretario de la cofradía, Juan Bautista Borja.

Desde la localidad y Castelló se ha hecho un llamamiento para que la veda se haga en los meses de agosto y septiembre en vez de en julio y agosto, para favorecer un mejor precio del pescado y una renovación de las especies. De momento, no hay acuerdo a nivel provincial.