Correr, salir en bicicleta, jugar al golf... y ahora, pescar. Mes y medio de confinamiento dan para mucha ansiedad y aquellos que practican deporte de forma aficionada reclaman su derecho a recuperarlo apelando a que son capaces de hacerlo manteniendo las normas de seguridad y las distancias, especialmente si se comparan unos con otros. Corredores, ciclistas, andarines o surferos ya lo han conseguido. Ahora, los que alzan la voz son los pescadores.

Desde hace días hay un movimiento generalizado entre los aficionados a la caña y el sedal para reclamar que permitan esta práctica deportiva y recuperar sus particulares «buenas costumbres» de sillita, cesta, aparejos y paciencia. La que están empezando a perder cuando aprecian que los planes de desescalada les mandan a la fase dos.

En el mundo de la pesca hay que distinguir dos tipos fundamentales. El deportivo federado basa su actividad en el disfrute de la captura, que devuelve al mar. El pescador recreativo, que independientemente puede tener licencia federativa o no, captura y se queda con las especies pescadas para su disfrute culinario.

La Federación de Pesca de la Comunitat Valenciana, que reúne a cerca de 10.000 practicantes, puede tener ascendencia sobre los primeros y, de hecho, ya están concretando los protocolos. «Se habla mucho de cómo reanudar, por ejemplo, el fútbol. Nosotros estamos haciendo lo mismo», asegura el vicepresidente y responsable del área deportiva, Juan Antonio Barreda. «Y nuestra recomendación es muy clara: no cometer errores. Salir poco a poco, con respeto absoluto a las normas. No generar imágenes como las que se vieron en los parques con los niños porque correremos el riesgo de que la primera salida a pescar se convierta en la única», subraya.

Argumentos de peso

La reivindicación de salir rápidamente está movida fundamentalmente por el pescador recreativo. Se basa en que la práctica es solitaria (es necesaria una distancia muy superior a los dos metros para evitar el enredo de los sedales), que se practica en entornos cercanos al domicilio, que genera impacto económico e incluso se apela al efecto terapéutico. Fundamentos secundados por la Asociación de Distribuidores de Artículos de Pesca (un sector ahora paralizado), que se ha dirigido a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para autorizarla lo más pronto posible dentro de la desescalada.

La pesca deberá estar reglada por una banda horaria amplia, como las cuatro horas del running, porque es una práctica que requiere mucho tiempo. Las cañas siguen guardadas a la espera de mejores tiempos.