La Unió de Llauradors ha solicitado a la Conselleria de Agricultura que arranque y destruya un campo ubicado en la Plana Baixa en que se cultiva la variedad de clementina híbrida sigal, que procede de Israel, está registrada y que, según la organización agraria, todavía «no ha pasado la fase de cuarentena legal ni se ha comprobado que esté saneada» para ser distribuida.

La Unió denunció la existencia de este campo hace meses. La Conselleria comprobó que era cierto y ordenó la destrucción de la plantación. Dado que los productores no lo han llevado a cabo, ahora la Unió exige que se actúe de oficio. Y podría no ser el único huerto, ya que la organización ha detectado otros campos en la provincia, el resto de la Comunitat y Andalucía y sus denuncias están pendientes de verificación en la Conselleria.

La Unió busca evitar a los agricultores futuros pagos de royalties no deseados.