Una de cada tres personas que buscan en la provincia una habitación para dormir opta ya por los pisos turísticos, según las cifras proporcionadas por Turisme Comunitat Valenciana. Y es que a falta de conocer las cifras del 2018, durante el año pasado se registraron un total de 2.085.000 pernoctaciones en esta modalidad alojativa, por las 3.903.232 que se contabilizaron en los hoteles de Castellón.

Un dato que demuestra la magnitud de un fenómeno que va claramente al alza, como publicó ayer Mediterráneo, ya que en el 2016 la cifra de estancias en este tipo de inmuebles fue un 26% inferior a la registrada el año pasado. Es una muestra también de que los pisos turísticos captan cada vez más a nuevos turistas, ya que mientras su número de pernoctaciones se incrementa a pasos agigantados, las de los hoteles se mantienen más estables, con crecimientos ligeros.

más noches // Un punto claro a favor de estos alojamientos son los precios, lo que hace que los turistas alarguen más sus estancias en un piso turístico que en un hotel, concretamente 6,1 noches de media por únicamente dos.

Una circunstancia con la que hay que convivir, explica el presidente de Club de Producto Introducing Castellón, Javier Gallego: «Esta modalidad ya forma parte de la oferta turística de la provincia y va a ir a más, pero también lo va a hacer el turismo en general. Ponerle puertas al campo es estúpido, por lo que desde el sector hotelero hay que mejorar e innovar, sin miedo».

Gallego, eso sí, advierte del peligro que supone la existencia de apartamentos turísticos que operan de forma ilegal, esto es, sin estar dados de alta en el Registro de Empresas, Establecimientos y Profesiones Turísticas. «Y no hablo solo desde el sector de los hoteles. Generan un problema de imagen. Ahora tenemos la consideración de destino serio, pero si empezamos a ofrecer alojamientos sin garantías y si engañamos a los turistas, nos va a a afectar a nivel global», manifestó.