Una plaga de gusanos asola en los últimos días algunos de los barrios periféricos de la Castelló, principalmente de la zona oeste. Unas molestias que se suman a la proliferación de mosquitos, fundamentalmente en la Marjaleria, debido a las últimas lluvias y la subida de temperaturas. Así lo denuncian el presidente de la Asociación de Vecinos El Saboner-Grupo Rosario, Vicente Álvarez; el de San Agustín y San Marcos, Francisco Cabañero; Enrique Guillamón, de la Asociación de Vecinos San Lorenzo; y el de La Plana-Entrilles, Jorge Begues.

SOLARES

«Los gusanos se han hecho los amos de las calles del barrio y se meten hasta en las casas», explica Álvarez, quien detalla que las precipitaciones de estos días «y la falta de limpieza de los solares del entorno han hecho que se reproduzcan de forma exagerada, impidiendo abrir las ventanas». Este vecino destaca que la plaga también afecta, entre otros barrios, a los grupos San Juan, Venta Nova y Reyes.

En el mismo sentido se pronuncia Enrique Guillamón, de San Lorenzo, quien confirma que los gusanos «llegan hasta el segundo piso y están por todas partes, porque este año se ha producido una eclosión de los mismos». «Aunque algún vecino pulveriza por su cuenta, es imposible eliminarlos si el Ayuntamiento no actúa y sulfata la zona», dice. Cabañero, de San Agustín, explica que la presencia de estos gusanos es mayor en las calles más cercanas al barranco (Pico Almayud, Rambla Carbonera, La Escuela y la Cuadra Segunda). «Es una molestia continua que no se puede aguantar más», afirma, tras recordar que hay más dípteros.

Jorge Begues dice que el mayor problema de la Marjal son los mosquitos «porque llegan a haber nubes de estos insectos». «Este año, el nivel del agua se mantiene más alto que otros y provoca que las aguas estancadas no se eliminen del todo. Además, hay pocos efectivos para luchar contra esta plaga», advierte.