La plaga de la Xylella fastidiosa, que ataca al olivo, pero también a cítricos, almendro o vid, se extiende por las Baleares. De hecho, sus autoridades han cambiado el protocolo que hasta ahora seguían, de erradicación de la plaga y que incluía arrancar todos los árboles a 100 metros a la redonda de uno infectado, por el de contención, que no implica esto, pero sí otras medidas como la prohibición de exportar vegetales desde las islas por un año.

El cambio se produce ante la imposibilidad material de controlar la bacteria en las islas, que se transmite mediante insectos.

La Unió de Llauradors solicitó ayer que el protocolo vuelva a ser el de erradicación y se arranquen los árboles, mediante contraprestación a los propietarios porque la llegada de esta plaga, de la que ya advirtió este diario, a la Comunitat «sería letal para nuestra agricultura».