Castellón dispondrá de un máximo de 2 millones de metros cuadrados (a sumar al suelo urbano consolidado actual) en los que poder construir nuevas viviendas. Esta es la dotación que recoge el nuevo Plan General --cuyo documento estructural el jueves el pleno del Ayuntamiento aprobó sacar a exposición pública-- y que posteriormente quedará definido con el correspondiente documento pormenorizado.

La mayoría de estas zonas en que se podrá construir se ubican en barrios de la ciudad que hay que «compactar, consolidar», afirma el concejal de Urbanismo, Rafa Simó. Así sucede, por ejemplo, en Crèmor, donde se prevén casi 180.000 m2 para «cubrir huecos» entre la estación de trenes y el Raval Universitari. También en la zona de Salera (algo más de 100.000 m2) o de la Quadra Borriolench (125.000 m2). Algo diferente es el desarrollo del área de Riu Sec (adyacente a los grupos San Agustín y San Marcos) una zona que permite un crecimiento más parecido al previo a la crisis, con mucho espacio entre el Hospital General y el Jaime I.

Pero la diferencia principal respecto al Plan General del 2000 llega con la zona de Mestrets, donde apenas se prevé ahora 63.000 m2 y anteriormente era un área de desarrollo que se ha querido frenar. Otra diferencia está en los casi 330.000 m2 de suelo residencial entre las avenidas Serradal y Ferrandis Salvador en el extremo norte del término municipal. Allí, donde se prevé el Parc de la Marjal, se desea «regularizar las viviendas existentes» e impulsar una urbanización «blanda» que dé sentido al futuro parque, afirma el edil de Urbanismo.

Todo esto quedará definido en el futuro documento pormenorizado del Plan General de la capital, que detallará «el tipo de edificios, las alturas, la anchura de las calles,...». De esta manera, el documento estructural que en el mes de enero saldrá a exposición pública está enfocado más al suelo «no urbanizable» y el detallado al que permite edificar.

Con los 2 millones de metros cuadrados residenciales del Plan General, el equipo de gobierno ha querido realizar «una propuesta de máximos» que ponga a disposición de los promotores suficiente suelo «para que no se encarezca, no aparezcan especulaciones» a la vez que se adapte «a lo que prevé la Generalitat», destaca el concejal de Urbanismo.