Hasta hace unos años, lo normal era no prestar demasiada atención al dinero que a cada uno le quedará cuando le llegue la hora de la jubilación. Hoy las cosas han cambiado radicalmente y una de las mayores preocupaciones de los trabajadores es no disponer de ingresos suficientes. Por encima incluso de no llegar a final de mes o no poder pagar la hipoteca. Pero pese a que las encuestas corroboran que cuatro de cada diez trabajadores tienen miedo a ese momento, y pese a la creciente desconfianza en el sistema público de pensiones, la realidad plasma que los planes de pensiones privados apenas calan. En Castellón tampoco lo hacen y durante el último año tan solo han logrado atraer la atención de 120 nuevos ahorradores.

El último informe del Observatorio Inverco, con datos al cierre del 2018, cifra en 88.555 las personas de Castellón suscritas a estas pólizas. Apenas son 120 más que a finales del 2017, pero la novedad es que se trata de la primera vez en cinco años que crece el número de trabajadores que confían sus ahorros a un plan de pensiones. «Parece que hay un segmento de la población que sí mentalizada y que se ha dado cuenta de la necesidad de incorporar alguna media extra que les permita afrontar el futuro con más tranquilidad», explica José Luis Manrique, director de Estudios del Observatorio Inverco. A eso hay que añadir el papel de bancos y cajas de ahorro, que en los últimos años han impulsado este tipo de vehículos de ahorro.

Los datos reflejan en Castellón un ligerísimo cambio de tendencia, pero la penetración de este producto sigue siendo muy baja. En la provincia solo un 15,4% de la población invierte parte de sus ahorros en un plan de pensiones individual, un porcentaje similar al del conjunto de la Comunitat Valenciana (15,6%), pero inferior a la media nacional, que es del 16,2%. Zaragoza, Huesca, Burgos Segovia o Madrid son las provincias donde la implantación de estos productos es más fuerte.

UN AHORRO ‘ENLADRILLADO’ // Pero, ¿por qué los planes de pensiones individuales siguen sin seducir a la mayoría de los ahorradores de la provincia? Para Manrique hay varias causas. La primera tiene que ver con el hecho de que el grueso de las familias invierte sus ahorros en cuentas corrientes o en el ladrillo, bien en una segunda residencia, en suelo o en otro tipo de inmuebles. «El otro motivo es la elevada generosidad del sistema público de pensiones. Hoy, un trabajador que se jubila recibe una pensión que, de media, es el 80% de su última nómina y no tiene la sensación de necesitar nada más», argumenta el director de estudios de Inverco.

Hay otra tercera causa y para Manrique es el hecho de que los planes de pensiones privados de empresa están muy poco desarrollados, contrariamente a lo que sucede en otros países europeos. «Sin duda, se deberían impulsar los fondos privados de las empresas, tal y como sucede en algunos países de Europa, con modelos que fomentan las aportaciones, en un régimen semiobligatorio, del empresario y del trabajador», argumenta Manrique.

El 15% de la población de Castellón tiene un plan de pensión individual y los que sí confían en este instrumento financiero tienen ahorrado muy poco dinero. Un dato. Los algo más de 88.500 partícipes de la provincia disponen de un patrimonio total de 762,9 millones de euros (una media de 8.615 euros cada uno), una cantidad que ni siquiera da para pagar un año todas las pensiones públicas de jubilación. La Seguridad Social gasta cada mes casi 80 millones en abonar la pensión los 82.00 jubilados de Castellón, lo que significa que los 762 millones ahorrados en planes de pensiones solo dan para pagar 10 mensualidades de pensiones.