El azar ha querido que en la última semana coincidieran en el tiempo las protestas del sector citrícola en Castellón y el resto de la Comunitat -junto a varios municipios del sur de Cataluña—con las de los taxistas. Pese a que la solución definitiva sobre el conflicto con los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) aún está lejana, este colectivo ha logrado arañar medidas a la administración, como el hecho de que en Cataluña haya que contratar los VTC con una hora de antelación. No ocurre lo mismo con los agricultores, que ven como sus dos grandes peticiones, las ayudas directas para salvar una campaña en la que hasta el 40% de las clementinas no se ha comercializado y la aplicación de la cláusula de salvaguardia caen por el momento en saco roto.

Es por ello que la Plataforma per la Dignitat del Llaurador ya ha dado los primeros pasos para que sea el propio sector el que genere sus soluciones y, por ello, trabajan en la creación de una figura de calidad para poner en valor y mejorar la comercialización de la clemenules. El portavoz de esta entidad, César Estañol, afirma que su voluntad es que funcione «durante la próxima campaña», para lo cual han establecido contactos con cooperativas y comercios, tal y como también confirmaron a este diario desde la patronal Asociex.

Los servicios jurídicos y técnicos de la plataforma trabajan en estos momentos en la creación de un consejo regulador, órgano que se encargará de definir el ámbito geográfico que abarcará esta marca diferenciada de clemenules --en principio se prevé que se puedan acoger agricultores de las comarcas de la Plana--.

CONGRESO // Estañol explicó que el Congrés de Citricultura de la Plana, que se celebra el viernes en Nules, abordará con expertos la creación de esta marca diferenciada. «Se trata de ver cómo funcionan otros distintivos geográficos que ya existen y analizar la forma de adaptar sus puntos fuertes a la Plana y tratar de aprender de sus errores», indicó el también concejal de Agricultura de Nules.

Las fuentes del sector consultadas aplauden la medida, pero advierten de la complejidad de su puesta en marcha, por lo que algunos dudan de que sea viable que funcione ya la próxima campaña y, aún en el caso de que lo sea, evidencian que el trabajo más arduo es el de lograr que la gran distribución apueste por esa marca, «lo cual solo se consigue con mucho tiempo y esfuerzo».