A pesar de la recta final de las rebajas, y en contra de las previsiones que manejaba la patronal de grandes centros comerciales, la playa se impuso ayer a los grandes espacios de venta. La afluencia en el festivo aperturable fue ayer más baja de lo esperado, según pudo comprobar este diario en varios de los comercios que ayer abrieron sus puertas del Centro Comercial Salera.

La razón es obvia. “La gente tiene más ganas de playa”, señala el presidente de la Confederación de Comerciantes y Autónomos (Covaco) en Castellón y la Comunitat, Cipriano Cortés. De esta manera, la afluencia ayer estuvo muy lejos de la registrada el pasado miércoles, cuando la lluvia llevó a turistas y veraneantes a acudir en masa a los centros, batiéndose incluso cifras históricas.

En cuanto al comercio tradicional, en el que los locales de menos de 300 metros cuadrados pueden abrir todos los festivos, está viviendo un buen verano, con “más ingresos que el año pasado” gracias a un aumento de las ventas, señala Cortés.

Aunque los márgenes de beneficio aún son muy estrechos, “al menos las ventas aumentan” tras años de caída, afirma el presidente de los pequeños comerciantes provinciales. “Las ratios van consolidándose”, sobre todo en zonas de playa, donde están funcionando “bien”, indica Cortés. H