Las playas de la Comunitat estarán regidas por un plan de usos, con el fin de reforzar la seguridad de los usuarios tras el confinamiento provocado por el coronavirus. Un documento que se presentará la próxima semana y que contempla el control del acceso, al tiempo que descarta medidas vistas en las últimas semanas en países como Italia.

La principal actuación que se trabaja para las playas y calas repartidas en los 120 kilómetros de costa de Castellón es la regulación del aforo, tanto en la entrada como a la hora de evitar masificaciones en puntos como la orilla. El president de la Generalitat, Ximo Puig, expuso la voluntad de «garantizar en esta situación de máxima dificultad la mayor seguridad», al tiempo que se refirió a los arenales como «un recurso extraordinario», tanto «desde el punto de vista turístico» como desde el su configuración como lugares unidos «al modelo de vida de la Comunitat».

El jefe del Consell se reunió con las conselleras de Interior y Sanidad, Gabriela Bravo y Ana Barceló; el conseller de Política Territorial, Arcadi España; el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer; el director general de Puertos, Emili Obiol; el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), Rubén Alfaro; y el jefe de Turismo de la FVMP, Vicent Grimalt, para abordar el protocolo.

Se contempla un refuerzo para asegurar la higiene de los bañistas, aunque fuentes autonómicas descartan medidas como la colocación de mamparas, tal y como se ha visto en propuestas formuladas en otros países. Las actuaciones tendrán en cuenta al personal que trabaja en el interior, como socorristas o camareros de chiringuitos y la supresión de objetos como colchonetas.