La Pobla de Benifassà se ha convertido en el primer municipio de la Comunitat en pedir a sus habitantes que no salgan de casa por un rebrote de coronavirus. El Ayuntamiento de esta pequeña localidad del Baix Maestrat, con unos 300 habitantes, ha adoptado estrictas medidas de confinamiento en la lucha contra el covid-19 tras tener conocimiento de que entre sus vecinos hay diversos contagiados relacionados con el brote en la discoteca de Peñíscola.

El consistorio difundió ayer un bando firmado por el alcalde, David Gil, en el que se explican las medidas adoptadas. En este sentido, destaca el cierre, al menos durante 15 días, de todos los establecimientos e instalaciones municipales, como la piscina, la unidad de respiro, el hogar del jubilado, la oficina turística, el bar o el hotel-restaurante, además de locales de las asociaciones.

El alcalde insistió en el buen comportamiento que han mantenido los vecinos durante las épocas más duras del confinamiento que ha permitido mantener a la localidad en una situación sanitaria favorable.

Pero dada la situación actual pide «un esfuerzo más para contener la enfermedad», especialmente a los que padecen la dolencia que cumplen confinamiento escrupulosamente y al resto de conciudadanos que sigan las normas de higiene y protección dictadas por las autoridades sanitarias. «Por el bien de todos, en especial de nuestros mayores, es absolutamente imprescindible que seamos responsables y cumplamos las recomendaciones sanitarias para evitar rebrotes y pasos atrás que pongan en peligro la salud de las personas y la recuperación económica», señaló Gil.

El confinamiento total de la población lo debe decretar la Generalitat, ya que un ayuntamiento no tiene potestad al respecto.