La asamblea de la confluencia Podem-CSeM-EU ratificó ayer el Acord de Fadrell y su entrada en el gobierno del Ayuntamiento de Castelló, donde sus dos concejales, Fernando Navarro y Mª Jesús Garrido, llevarán las áreas de Transición Ecológica y Vivienda, respectivamente. Representantes de las tres formaciones que sustentan la confluencia consensuaron el acuerdo sin discrepancias notables en el fondo, aunque sí en las formas en las que se ha llevado la negociación. Estas diferencias entre Podem y Castelló en Moviment se han evidenciado en los últimos días, en especial con desencuentros públicos entre el líder de los morados, Fernando Navarro, y quien fue portavoz de Castelló en Moviment, Xavi del Señor, quien optó ayer por mantenerse al margen y no acudir a la asamblea en la que se abordaría la ratificación del Acord de Fadrell. En una reunión que apenas duró una hora, con muy pocos asistentes, la tensión de los últimos días quedó diluida, si bien desde CSeM sí quisieron evidenciar sus reticencias a las formas de negociar de Podem, más propias de una estructura de partido, explicaron, y reclamaron más peso para la asamblea, puesto que todas sus decisiones pasan por este órgano, haciendo a todos sus miembros partícipes.

La de la confluencia era la última asamblea del tripartito que consultaba a sus bases el Acord de Fadrell que sellarán hoy en un acto previsto a las 11.00 horas en la ermita de Sant Jaume de Fadrell que le da nombre. A la firma, que estamparán la alcaldesa socialista, Amparo Marco, el número uno de Compromís, Ignasi Garcia, y el candidato de Podem-CSeM-EU, se llega después de días de intensas y tensas negociaciones que desembocaron en un pacto a tres bandas a escasas horas del pleno de investidura del 15 de junio que terminó de perfilarse el miércoles pasado con el acuerdo programático.

Tras los consensos alcanzados por los equipos negociadores de PSPV, Compromís y Podem-CSeM-EU, el Acord de Fadrell recibió ya el ok de las bases socialistas, con el 95% de apoyos en una consulta realizada el sábado. Compromís también lo ratificó, por unanimidad, en una asamblea que se celebró el pasado viernes.