La Unió de Llauradors denuncia que la falta de compra de mandarinas en el campo castellonense "responde a una estrategia calculada de la gran distribución europea que se ha decantado por la oferta de mandarinas tar­días del hemisferio sur en lugar de por las satsumas y clementinas pre­co­­ces es­pa­ñolas, fun­­­damentalmente valencianas"

En este sentido, aseguran, "una campaña más queda demostrado que la firma del acuerdo UE-Sudáfrica perjudica a los citricultores valencianos porque en otros hemisferios ha propiciado la apuesta por variedades tardías que ahora venden en Europa y que tanto daño hacen a los productores comunitarios".

Los agricultores también habían denunciado que los primeros tratos se habían dado a la baja respecto a los precios de la campaña anterior. Esta temporada, en Castellón se prevén recoger algo más de 770.000 toneladas, lo que supone un incremento del 27% respecto al ejercicio anterior y una vuelta a los valores normales, pues la anterior campaña fue excepcionalmente floja.