El 2019 fue un año agridulce para el mercado laboral de Castellón. El paro subió. Poco, pero aumentó, con lo que se rompió una tendencia positiva que duraba seis años. Lo que también se incrementó fue el empleo: 1.851 afiliados más a la Seguridad Social, hasta 242.025 cotizantes. De nuevo, dos datos en apariencia contradictorios. ¿Cómo es posible? Si hay más personas trabajando, ¿cómo puede ser que al mismo tiempo haya también más desocupados?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que empleo y paro son dos caras de la misma moneda en el mercado laboral pero no necesariamente deben tener un comportamiento exactamente inverso.Es decir, si en la provincia se crean 500 puestos de trabajo no tiene por qué haber 500 desempleados menos.

El aumento del paro se puede deber a múltiples razones, entre ellas porque algunas personas ocupadas pierdan su empleo y se den de alta en el paro; porque personas antes registradas en los servicios de empleo renueven su situación de parados volviendo a entrar en las listas o porque ciudadanos que antes no trabajaban ni buscaban empleo cambien de opinión y se registren en busca de una oportunidad. Y en estos dos últimos casos, el aumento de desempleados no supone una variación de la afiliación. ¿Qué ha ocurrido en 2019 en Castellón? Se ha creado empleo pero, o bien por el alza de la inmigración o por que hay menos desánimo laboral, más personas se han dado de alta como parados.