La Autoridad Portuaria ha suspendido la operativa en una zona del muelle transversal exterior por su incipiente estado de deterioro, tanto en las instalaciones emergidas como en las sumergidas, al no reunir «las condiciones de seguridad adecuadas». Por este motivo, ham puesto en marcha una reparación urgente que tendrá un coste de 3,5 millones de euros, y que se desarrollará a lo largo de un año. Durante este periodo, esta zona del recinto no estará en funcionamiento.

Esta decisión llega tras un estudio de las instalaciones llevado a cabo por la Autoridad Portuaria --fase previa a la redacción de un plan de mantenimiento preventivo en el recinto--, que detectó «importantes daños» en la parte sumergida y que suponen serios problemas estructurales, a consecuencia de la falta de mantenimiento desde su construcción, en el año 1987; y de la solución constructiva adoptada, «que no fue la mejor posible», al optar por la tipología claraboya en vez de estructura maciza «con el fin de reducir el coste económico».

Las obras en este muelle, dedicado a la carga y descarga de graneles sólidos y de mercancía en general, se desarrollarán en toda su extensión, pero para no suspender la operativa totalmente, intervendrán en una primera fase sobre una mitad --la que actualmente está cerrada-- y después, el año que viene, en la otra.

El presidente de PortCastelló, Francisco Toledo, ha solicitado a Puertos del Estado una modificación del plan de inversiones que incluya una partida para hacer frente a esta actuación.