El PP reunió ayer a su junta directiva provincial y candidatos de los 135 ayuntamientos de la provincia de Castellón, que representan a 1.381 aspirantes a alcaldes y concejales, para ponerse «a trabajar» de cara al 26-M. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, recordó que ese día se celebran las elecciones municipales, las diputaciones y las europeas, donde también «nos jugamos muchísimo» y señaló que esperan mejorar los resultados. Auguró que van a conseguir muchas alcaldías y también mantener la Diputación de Castellón, así como la de Alicante, y ganar la de València.

La líder del PP admitió que los resultados de los últimos comicios «no nos gustan» y «son malos». «Estamos contentos, sin embargo, porque lideramos el centroderecha y porque, si en el 2015 la diferencia entre el Botànic, la izquierda y la centroderecha era de 11 diputados y 270.000 votos, en solo cuatro años hay una diferencia de tres escaños y apenas 40.000 votos». Por ello, resaltó que el PSPV «ha ganado, pero ha sido un fracaso. La sociedad valenciana ha castigado sus políticas sectarias».

Señaló que «el PP, como principal partido de la oposición, va a liderar un centroderecha reformista, moderado, centrado en los problemas de los valencianos, que siguen siendo los mismos: el empleo, las listas de espera en la sanidad y la educación y luchando contra los problemas que ya está creando la izquierda».

Y es que Bonig avanzó que «se avecina un gobierno complicado», con «una situación económica va a empeorar, con una subida masiva de impuestos, como ya ha anunciado Sánchez, y recortes». «Puig, durante esta campaña, ha ocultado los recortes de 1.500 millones que el Gobierno socialista de Sánchez le ha exigido y que le va a exigir», apuntó.

La líder popular indicó que «ahí va a estar el PP, vigilante para que esos recortes vayan sobre los privilegios del Botànic, de ellos, de los altos cargos, pero no sobre los derechos de los ciudadanos». Bonig se refirió a «la radicalidad del nuevo gobierno, con la entrada de Podemos, que va a exigir consellerias y secretarías autonómicas fundamentales y muy ideológicas». «Me preocupa que la entrada de la extrema izquierda y de los nacionalistas de Compromís, enfadados con el PSPV, lleve a una ruptura de la convivencia y a más confrontación», confesó.

«Aquí estará el PP, para equilibrar y dar estabilidad y para tender la mano al señor Puig en todas las cosas que sean buenas». Señaló que este «tendrá que elegir entre la moderación de la mano del PP o la radicalidad del gobierno que se va a conformar».

CONTRAPODER // Mientras, el presidente del Partido Popular de Castellón, Miguel Barrachina, señaló que «el PP, con el liderazgo de Bonig, va a ejercer de contrapoder indispensable frente a los recortes de la izquierda, a la eliminación de la libertad educativa y sobre el desmantelamiento sanitario y el aumento de impuestos.

Asimismo, Barrachina señaló que «a pesar de haber sido Castellón la provincia con mejores resultados del PP en la Comunitat» no les alegra porque «Bonig se merecía mucho más, que es ser la presidenta de la Generalitat, y que ahora van a ejercer de contrapoder sobre los recortes y el desmantelamiento educativo en la provincia de Castellón».

«Nosotros, a seguir trabajando que es lo que hemos hecho siempre, y a agradecer a militantes, cargos públicos el trabajo durante estos años y especialmente esta campaña», concluyó Bonig.