PP, Ciudadanos, Castelló en Moviment hablan de injerencia política en las fiestas por la petición de dimisión a Juanvi Bellido del equipo de gobierno. Y también Compromís, socio de gobierno del PSPV. «Siempre hemos considerado que las fiestas deben ser de los festeros, que deben tener la máxima autonomía, y el Ayuntamiento debe fiscalizar la gestión y la contratación», señaló su portavoz, Ignasi Garcia, tras reprobar «la actitud inapropiada de Bellido con Usó». «Si hay una falta grave demostrada, el consejo rector debe tomar medidas», pero «la relación entre la presidencia del Patronat y de la Junta debe ser buena», dijo.

Antonio Lorenzo, concejal socialista de Seguridad Ciudadana, señaló que «el gobierno municipal no puede consentir situaciones que menoscaben la dignidad», lamentando «volver a estas situaciones» y esperando que «se resuelvan pronto», argumentó.

Desde el PP, Begoña Carrasco incidió en que «estas cosas no pasarían si se respetara la autonomía de trabajo de la junta, y no ese afán de controlarlo e intervenirlo todo». Apeló a «asamblea», porque «pedir la dimisión es una injerencia política en las fiestas» y «deben hablar los festeros, que le han elegido», definiendo la situación como «un episodio más del culebrón». Manuel Paduraru, de CS, que «no puede juzgar» lo que no vio, repitió que «las faltas de respeto no pueden consentirse hacia ningún concejal», pero remarcó que «el equipo de gobierno debe respetar la autonomía de la Junta, y no tiene capacidad legal para cesar al presidente». «La alcaldesa se equivoca», dijo.

Xavi del Señor, de CSeM, apeló a la «independencia de la junta» y dijo que «el gobierno no puede pedir con urgencia la dimisión, sino que debe ser la asamblea, como espacio democrático». «Los políticos deben ir a lo suyo y los festeros, también», señaló.