El Partido Popular anuncia que restablecerá la denominación bilingüe de la ciudad si gobierna tras las elecciones del 2019. Una promesa que lanza la portavoz del grupo municipal popular, Begoña Carrasco, arropada por casi todo su equipo, ante el pleno de mañana en el que el gobierno (PSPV y Compromís), apoyado por su socio del Pacte del Grau, Castelló en Moviment, prevé aprobar el inicio de la tramitación para que el topónimo sea exclusivamente Castelló de la Plana y Grau de Castelló, con el grupo popular y el de Ciudadanos en contra.

Se mezcla así política y topónimo a un año de las próximas elecciones municipales. «El nombre de la ciudad ya es Castelló, lo es desde el 19 de julio de 1982 que fue aprobado por decreto el bilingüismo del topónimo, por lo tanto el debate de PSOE y Compromís es una falacia, una mentira. Lo que de verdad plantean es eliminar el nombre Castellón de la Plana, acabar con el bilingüismo que ha prevalecido durante 36 años», explicó Carrasco, mostrando extractos de documentos históricos «en los que se utiliza la doble denominación del topónimo hace más de 450 años».

«La verdadera normalización es el bilingüismo que permite expresarse a cada uno como libremente quiera, sin que prevalezca una lengua oficial (valenciano) sobre la otra lengua oficial (castellano). Nosotros defendemos la libertad por encima de todo», reiteró la portavoz, para puntualizar que la lengua «nunca ha sido motivo de confrontación en esta ciudad». «Ha sido el nacionalismo radical de quienes no gobiernan para todos los que están utilizando la lengua como arma política para enfrentar a la sociedad. Son especialistas en crear problemas donde jamás lo ha habido, pero no solucionan las preocupaciones de los ciudadanos como el paro, la sanidad, la educación, la limpieza…», argumentó.

Además, criticó «que un tema de ciudad tan importante como este no haya contado con la participación ciudadana, ya que la alcaldesa, Amparo Marco, desatendió la petición de las federaciones vecinales de tener voz al respecto, ni tampoco aprobará el cambio con el consenso que dijo en febrero que buscaría».

«SIN ARGUMENTOS HISTÓRICOS» // Por su parte, el concejal Carlos Feliu se centró en desmontar los argumentos esgrimidos por PSOE y Compromís para tratar de convencer del cambio de nombre a la ciudadanía. «No existen suficientes argumentos históricos, ni legales que apoyen la eliminación de la denominación Castellón de la Plana y que, por lo tanto, la ciudad pierda su denominación actual bilingüe Castelló de la Plana/Castellón de la Plana».