El PP se quedó solo en su defensa del papel de las diputaciones como administración intermedia entre el ámbito local y el autonómico, si bien el presidente de la institución, Javier Moliner, se mostró dispuesto a “pasar la prueba del algodón” y “revisar todo en aras de ganar en eficiencia administrativa”, medida que pidió extender a otros ámbitos, como las direcciones generales de la Generalitat valenciano o las direcciones territoriales de los ministerios, en el caso del Gobierno central, donde podría haber solapamientos de competencias. El PP tuvo en frente en bloque a toda la oposición, que abogaron por la eliminación de la institución porque, según el portavoz del PSOE, José Benlloch, es “inviable sostener cuatro estructuras administrativas” y porque “los ayuntamientos son mayores de edad para ponernos de acuerdo y hacer cosas, sin necesidad de gurús que les organicen la vida”.

Fue el momento más bronco de un pleno que se prolongó durante casi seis horas y que tuvo su punto álgido cuando Benlloch mostró una foto de los expresidentes de la Diputación Carlos Fabra --Castellón--, José Ripoll --Alicante-- y Alfonso Rus --Valencia--, de quienes dijo “muestran lo que han sido las diputaciones en los últimos 20 años en la Comunitat”: “Uno ya a la sombra, a otro le piden 17 años de cárcel y del tercero ya conocemos la operación Taula. Esto es la historia de la Diputación”. El portavoz popular, Vicent Sales, tomó la palabra para calificar la opinión del socialista de “suma de ignorancia y mala fe”, y recordó que los exministros del PSOE Vera y Barrionuevo entraron en prisión por los GAL “y nadie pidió cerrar el Ministerio del Interior”. Por su parte, Ciudadanos denunció que las diputaciones generan “5.000 ó 6.000 millones de euros” de gasto, y se alineó con el socialista, escenificando el pacto nacional de investidura que rubricaron Pedro Sánchez y Albert Rivera, llegando incluso a mostrar la misma foto de los tres exvicepresidentes que el socialista. Desde Compromís, Xavier Trenco, defendió una ley de comarcalización “para empezar a dar mejor calidad y servicio” porque el actual modelo está agotado”, y Ana Peñalver (CSeM) dijo que las diputaciones reducen la “autonomía” de los municipios pequeños. Moliner cerró el debate defendiendo el acuerdo adoptado en la Federación Española de Municipios y Provincias: “Al PSOE no le gustan las diputaciones solo donde no gobierna”, y resaltó que en muchas provincias sí las están defendiendo.

El pleno también votó a favor de las nuevas bases de los POYS, donde el PP contó con el apoyo de Compromís, y por la que recibirán subvenciones todos los municipios, incluidos los de 20.000 habitantes. El PSOE volvió a votar en contra y ratificó que presentará un recurso por la “arbitrariedad” de criterios en la concesión. H