El grupo municipal popular de Castellón asegura que el superávit anunciado por la alcaldesa, Amparo Marco, «demuestra que era posible bajar los impuestos, sin embargo el bipartito se negó». Así, la portavoz de los populares, Begoña Carrasco, manifestó que «con 30 millones de superávit se hubieran podido bajar impuestos». Carrasco agregó que «mientras los castellonenses pagan más por el IBI, más por la tasa de basuras y más por el impuesto municipal de vehículos, la alcaldesa gasta en sus 18 empleados de confianza 765.000 € y 868.000 € en promoción y autobombo».

Por otra parte, Ali Brancal, concejala de Participación, respondió ayer a las críticas del PP a los presupuestos participativos que «la democracia y la transparencia han ganado en este proceso y que el que participen casi 3.000 votantes es un éxito. Antes se decidía en una mesa con menos de 10 personas».