El Partido Popular de Castellón critica que el local de La Cosa Nostra --vinculado a las Brigadas Antifascitas de Castelló (BAF)-- continúe abierto y causando molestias a vecinos del Raval, que, según el PP, se han visto obligados a recoger firmas ante la suciedad y ruidos que genera la asociación.

Como ya publicara ayer este diario, las instalaciones seguirán abiertas al público hasta que se resuelva el recurso de reposición presentado ante el Ayuntamiento, que preveía el cierre del local el pasado día 1 de junio.

«El PSPV y Compromís siguen desoyendo las quejas por incivismo», sostiene la portavoz popular, Begoña Carrasco, quien incide en que «no puede ser que unos pocos se adueñen del barrio, dejando su impronta en pintadas, con mensajes independentistas y ofensivos y que realicen conciertos hasta las cuatro de la madrugada y vendan bebida en un local que no está habilitado», explica.

QUEJAS VECINALES / Los populares realizan estas declaraciones después de que Mediterráneo publicara ayer el testimonio de algunos residentes, que relataban las «molestias sufridas durante años». «Queremos lógica y civismo en un barrio que siempre había sido de gente tranquila y trabajadora», sostienen los vecinos, que revelan un descontento «generalizado». Además, algunos de los afectados explicaron a este diario que miembros de la asociación les habían insinuado que sabían quiénes interpusieron quejas por el local. «¿Cómo tienen esa información y quién la ha dado», se lamentaban en su relato.

Cabe recordar que la decisión del cierre responde, según fuentes municipales, a los expedientes abiertos existentes porque «no se han adaptado a la ley autonómica de espectáculos, tanto para conciliar el descanso de los vecinos con el ocio como en temas de seguridad, como pueden ser las salidas de emergencia».

Desde La Cosa Nostra sostienen que la del cierre es una «decisión política» del Ayuntamiento.