El comité ejecutivo nacional del PP, presidido por el su máxima figura, Mariano Rajoy, abrió ayer la cuenta atrás para los congresos provinciales del partido, una vez clausurados los cónclaves regionales, como así pasó con la cita de este pasado fin de semana en València, en la que se refrendó a Isabel Bonig como presidenta de la formación en la Comunitat Valenciana y en la que el máximo mandatario provincial, Javier Moliner, logró situar a la cabeza de la formación a una importante representación castellonense, ya que uno de cada cuatro dirigentes en los órganos de decisión de este nuevo PPCV pertenece a esta provincia.

El propósito del partido es que las próximas convocatorias provinciales se den antes del verano y que los cónclaves de índole local puedan darse ya para el otoño, con la vista puesta en la regeneración que se quiere impulsar desde la nueva dirección autonómica.

Horas después de cerrarse el congreso del PPCV, el secretario del partido en la provincia de Castellón, Miguel Barrachina, celebró que la nueva dirección popular cuente «con más castellonenses que nunca con el fin de recuperar el Gobierno valenciano», porque son «las fuerza política más votada», explicó el dirigente a través de un comunicado.