El PP recibió con reparos el anuncio del Ayuntamiento de Castelló de remodelar la avenida Lledó. La portavoz del grupo municipal popular, Begoña Carrasco, pidió ayer que se tenga en cuenta la opinión de los castellonenses antes de acometer la reforma, en concreto de los vecinos y los comerciantes, «para que se pueda compatibilizar la mejora del urbanismo sin perjudicar la accesibilidad a un centro al que cada vez es más difícil acceder».

«Tememos que la eliminación de un nuevo carril de acceso desde la avenida Lledó, como se pretende, expulse a los potenciales usuarios y clientes del casco histórico en lugar de facilitar su acceso al corazón de la ciudad para revitalizar el pequeño comercio, que se está muriendo. Con la supresión de este vial ya serían dos arterias las que se eliminan para el tráfico rodado, ésta y el acceso por el Paseo Ribalta, debido a la plataforma reservada para el TRAM», indicó Carrasco.

el proyecto // El Ayuntamiento, por su parte, plantea la remodelación de los 1,5 kilómetros de la avenida, desde la plaza María Agustina hasta la Basílica de Lledó, con una inversión de casi 3,5 millones de fondos europeos.

El proyecto inicial incluye la eliminación del carril de entrada de circulación y de los estacionamientos en el tramo comprendido entre la plaza María Agustina y la calle Rosa María Molás. Asimismo, cabe destacar la ejecución de una plataforma peatonal y ciclista que ocupará la parte central de la citada calle.

En el tramo que va desde Rosa María Molás hasta la basílica del Lledó, el proyecto del consistorio prevé la ampliación del andén peatonal central y la ejecución de un carril bici, conservando un vial en cada sentido para los vehículos, y eliminando las plazas de aparcamiento actuales.

Carrasco demandó ayer que «la accesibilidad debe ir encaminada a la revitalización del pequeño comercio, que está en riesgo de desaparecer y necesita que se favorezca la afluencia al centro a pie, en bicicleta, en transporte público, pero también en coche».