El grupo municipal popular de Castellón, con su portavoz, Begoña Carrasco, a la cabeza, hizo ayer balance de la gestión del bipartito en los últimos tres años, los primeros del PP en la oposición tras 24 con la alcaldía de la capital. Para los populares, el trabajo de PSPV y Compromís desde junio del 2015 es «una página en blanco» para la ciudad, con una gestión «opaca, de incumplimientos y enfrentamiento social».

Desde su punto de vista, «se hacen muchos anuncios, pero pocas realidades, porque no tienen un proyecto de ciudad, son sectarios y no gobiernan para todos.» Una muestra, apuntó, es que «de las 475 acciones que prometieron en el que llamamos el Pacte del Frau, solo hay ejecutadas 167, poco más del 30%», lo que significa que tres cuartas partes de lo prometido sigue durmiendo el sueño de los justos». Sobre su gestión como oposición, dijo que ha sido «fiscalizadora, con más de 1.200 iniciativas presentadas, entre preguntas en comisiones y en plenos, mociones, declaraciones institucionales y proposiciones, y 2.300 asistencias a actos».

RUMBO AL 2019 // A menos de un año para las elecciones, su hoja de ruta para recuperar la alcaldía es «ofrecer confianza a la ciudadanía, que es lo que nunca debimos de perder, y escuchar a los vecinos». Sobre el efecto que pueda tener la sentencia de la Gürtel en el ámbito local, Carrasco reconoció que espera que «acabe cuanto antes este suplicio y que pague quien lo haya hecho. Hay que recuperar la fe y la ilusión».

Preguntada sobre si será la candidata en 2019 dijo: «Daré un paso al frente, pero será lo que decida el partido». No desveló si habrá primarias y remitió al congreso nacional de julio, donde se sentarán las bases del nuevo PP.