La Generalitat ha impedido a 2.500 familias de Castellón a elegir el centro escolar y el modelo educativo que querían para sus hijos. Ese es el balance que ha hecho este miércoles la candidata al Senado por Castellón, Salomé Pradas, quien ha señalado que la eliminación del distrito único ha perjudicado a las familias “de una forma desastrosa”.

La líder popular considera que “la izquierda, siempre avergonzada de la competencia y el esfuerzo, ha decidido eliminar derechos que las familias habían adquirido y quieren usar la educación para adoctrinar y, sobre todo, para intentar silenciar la voz de los que que piensan diferente”.

Y es que el PP, en defensa de la libertad, acordó con las familias que se pudiera elegir libremente el centro escolar de los hijos entre toda la oferta que existía en cada municipio. En cambio, la llegada de PSOE y Compromís con el mando a distancia de Podemos ha hecho que “las familias tengan que escolarizar a los hijos sólo en los centros cercanos a donde viven” lo que ha generado que “esas 15.000 familias no puedan escoger el modelo educativo que querían para sus hijos”, explica Pradas. Además, la eliminación de este sistema está generando caos y retrasos en las matriculaciones en los centros.

Salomé Pradas ha señalado que “cada una de las 15.000 familias de la provincia que han visto cómo sus hijos no eran aceptados en el centro escolar público que querían, tienen que agradecérselo a Ximo Puig y a Mónica Oltra” quienes de momento “se están rescatando a sí mismos con sueldos y cargos” mientras “quitan derechos a los vecinos”.

La popular recuerda que el PP es el único partido que defiende la libertad ya que “consideramos que existen tantos modelos educativos como modelos de familia” y que la administración debe “garantizar la igualdad de todo el mundo a escoger” y no estar pendiente de “restringir derechos y manipular a través del sistema educativo para imponer un sistema de pensamiento único”.