Los datos macroeconómicos, los indicadores socioeconómicos e informes asistenciales de las principales organizaciones no gubernamentales de la provincia revelan una dualidad muy diferente a la hora de analizar la realidad social de los hogares, cuyo debate empieza ya a colarse en el discurso político a menos de un mes de una nueva cita electoral. Por un lado, una economía como la castellonense, que crece por encima del 3% y, por otro la cronificación de la pobreza o la eclosión de nuevas bolsas de indigencia de la que no son ajenos ni los propios trabajadores, como ya alertan en sus últimos informes Cáritas Diocesana de Segorbe-Castelló o Cruz Roja. Todo ello compone un complejo escenario que vienen a analizar economistas y responsables de asociaciones, que hablan de una nueva realidad tras el periodo de crisis: la precarización social, de la dificultad que entraña recuperar a los damnificados de los últimos años.