Una de las consecuencias que según los expertos puede derivarse de la pandemia del coronavirus es la generalización del teletrabajo y, con él, un éxodo de las ciudades más pobladas hacia los pueblos en busca de entornos más liberados de multitudes y, sobre todo, más baratos. En Castellón, sin embargo, la diferencia entre los precios de la vivienda que se pagan en la capital respecto a municipios más pequeños, pese a ser considerable, no se queda ni cerca de las que se registran en otros lugares de la geografía española, por lo que los teletrabajadores tienen menos incentivos para moverse de su vivienda habitual.

Así lo indica un estudio reciente del portal Idealista --índice de referencia para el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana--, que muestra que comprar una vivienda en un municipio de menos de 5.000 habitantes en España es, de media, un 51,8% más barato que en una ciudad. Así, el precio del metro cuadrado de un inmueble en uno de estos pueblos es de 834 euros, mientras que el importe medio de las capitales de provincia se situaba en el mes de junio en 1.729.

También hay diferencia en Castellón, pero menos acusada. En la capital, el metro cuadrado se paga a 1.051 euros, mientras que en los pueblos de menos de 5.000 habitantes --un 85% de los 135-- alcanza 843 euros. Un -19,8% que significa uno de los menores porcentajes entre capitales españolas, solo por delante de Lleida (-5,3%), Santa Cruz de Tenerife (-6,5%), Murcia (-12%) y Palma (-14,9%).

Muy lejos, pues, de ciudades como Barcelona (-69,1%), Madrid (-68,5%), Sevilla (-68%) o, por coger referencias más cercanas, València (-59%) o Alicante (-32%).

A ello contribuye también que, según Idealista, los precios en los pueblos de Castellón han subido en un 21% en el transcurso del último año, uno de los incrementos más altos de España.

Contra la despoblación

Un posible obstáculo, pues, a la posible llegada de vecinos de Castelló a estos pueblos para teletrabajar, una tendencia que quieren fomentar desde la Diputación como parte de la lucha contra la despoblación.

En este sentido su presidente, José Martí, ha defendido la necesidad de mejorar el servicio de fibra óptica en la provincia de Castellón para acabar con la brecha digital que sufren algunos pueblos del interior y facilitar la llegada de nuevos vecinos.

«Si queremos hacer frente al reto demográfico y conseguir que las empresas y emprendedores apuesten por el interior, con lo que supone para la supervivencia de muchos de nuestros pueblos, creo que todos tenemos claro que el desarrollo de la fibra óptica debe ser una de las apuestas de cualquier Administración», indica.