El colapso de las áreas de servicio no es el único problema que el Ejecutivo central tiene que resolver en la AP-7. Dónde se van a crear los nuevos accesos, qué empresa se ocupará del mantenimiento, cómo se financiará el vial o qué nuevas necesidades surgirán en una carretera que utiliza un mayor número de conductores son aún preguntas que debe resolver.

En cuanto a los accesos, la Conselleria de de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad --antes la de Infraestructuras-- propuso el pasado año construir diez nuevas entradas en la Comunitat para facilitar el acceso a un mayor volumen de vehículos. Tres de ellas están en Castellón, concretamente en Vinaròs --ya licitada--, en Benicàssim y en Vila-real.

Pero para ello es necesario conocer los datos de un estudio informativo que aún no se ha completado, por lo que esta actuación está en suspenso. De hecho, ni siquiera hay fecha para la comisión bilateral entre el Gobierno central y la Generalitat para determinar la conveniencia o no de estos accesos.

En cuanto al mantenimiento, el contrato salió a concurso el pasado mes de noviembre y la adjudicación está prevista para febrero, aunque un recurso de Aumar podría retrasarlo al menos hasta marzo. De momento se ha adjudicado uno de emergencia para asumir las tareas de mantenimiento más inmediatas.

La gran pregunta es cómo se va a financiar esta carretera. El ministro José Luis Ábalos es partidario de un gran pacto de Estado que determine cómo afrontar este gasto y el de otras carreteras liberalizadas, y ya ha avisado que «nada es gratis», en alusión a posibles cargas para el contribuyente. La Cámara de Alicante ve necesaria «alguna fórmula de peaje blando», ya que de lo contrario no ven viable la infraestructura. En la CEV no hay una postura común, pero reconocen que hay voces que piden establecer pagos.

Y respecto a las nuevas necesidades, desde la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana advierten de que un mayor uso de la carretera implica problemas como un mayor desgaste del firme, por ejemplo. Esto hará que haya que destinar un presupuesto mayor a las labores de mantenimiento.