El Ayuntamiento de Castellón tiene previsto aprobar el 23 de diciembre, en el pleno extraordinario, el presupuesto municipal, que asciende a 170 millones de euros, alrededor de 11 millones más que en el 2016. Es decir, el incremento de las cuentas es de un 7% respecto a este año, según ha podido saber este periódico.

Se trata de una de las mayores subidas de los últimos ejercicios, durante los que se han manejado presupuestos que rondaban los 160 millones. Hay que remontarse al 2010 para encontrar unas cuentas con un montante total superior. Con el popular Alberto Fabra como alcalde, para 2010 se aprobaron unos presupuestos que ascendían a 180 millones, 38 destinados a inversiones, entre las que destacaron los 3 millones para las obras del Palau de la Festa. Tras el repunte del 2010, en 2011 el tijeretazo llegó a las arcas municipales con un recorte sin precedentes del presupuesto, de 18 millones, situándose en un total de 163 millones, 20 de los cuales se destinarían a inversiones.

Para el 2017, el equipo de gobierno que dirige Amparo Marco ha conseguido un destacado incremento, que va acompañado del aumento de las inversiones. Como ya avanzó Mediterráneo, el capítulo de inversiones para el próximo año se situará en torno a los 10 millones. Son prácticamente 3 millones más que el dinero destinado para el mismo fin en las cuentas de este ejercicio, con un total de 7,1 millones.

Esta misma semana trascendió que casi la mitad de la inversión para el 2017 irá destinada a políticas de empleo. Fue la propia alcaldesa la que anunció la inyección económica en el acto de clausura de una jornada sobre la Red Retos de territorios socialmente responsables celebrada en la ciudad. Este esfuerzo inversor se traducirá en el refuerzo a algunos programas que ya están en funcionamiento y en poner en marcha nuevas iniciativas encaminadas a favorecer la inserción laboral de los castellonenses. Entre ellas, dos talleres de empleo concedidos por el Servef para dar trabajo a 50 personas en el 2017.

SUPERÁVIT Y DEUDA // El equipo de gobierno lleva meses gestionando los presupuestos del próximo año y en las últimas semanas se han reunido en múltiples ocasiones para terminar de definir las cuentas, que previsiblemente cerrarán otra vez con excedente (el 2015 se completó con un superávit de 22 millones de euros).

Además, según se avanzó en el pleno extraordinario de noviembre para aprobar las ordenanzas fiscales, el objetivo es cerrar el año con 72 millones de euros de deuda; 43 millones menos que en junio del 2015, cuando se produjo el cambio de vara de mando, del PP a PSOE-Compromís, tras las elecciones municipales.