El Ayuntamiento de Castellón, a través de la Concejalía de Bienestar Social y Dependencia, amplía un mes el plazo para optar a unas de las 24 parcelas del primer huerto social de la ciudad, abierto en principio hasta el 23 de abril y prolongado ahora hasta el 23 de mayo. Los terrenos se adjudicarán a través de un sorteo público que tendrá lugar el próximo 4 de junio, y no solo se sortearán los adjudicatarios, sino también la posición que tendrá cada parcela dentro del huerto.

Hay cuatro bloques de destinatarios del huerto social Mas d’en Riera, gestionado y dinamizado por la cooperativa Hort del Manyano: jubilados y pensionistas con rentas mínimas, desempleados, personas en riesgo de exclusión social y ciudadanía en general. Del total de 24 parcelas que se sortearán en esta primera fase (en un futuro habrá nuevas adjudicaciones, ya que, a grandes rasgos, el huerto tendría una capacidad para unas 165 parcelas de 40 m2, aproximadamente), 10 estarían reservadas a la ciudadanía en general y las otras serían para el resto, «siempre priorizando a las personas con mayor riesgo de exclusión social y a familias más necesitadas», según explica la directora de proyectos de Hort de Manyano, Esperanza Meléndez.

Paralelamente se irán distribuyendo las parcelas que están destinadas a las asociaciones sociales de la ciudad, a las que se informará de que pueden optar a un terreno en el huerto social Mas d’en Riera, el primero de estas características, y tendrán que decidir si quieren o no aprovecharlo a través de Bienestar Social. Hoy por hoy, la Asociación de Familiares por los Derechos de las personas con Enfermedad Mental (Afdem) ya tiene una parcela adjudicada que cultiva.

Los interesados pueden inscribirse al sorteo rellenando la ficha on line, que encontrarán en los perfiles sociales de Hort del Manyano, o bien rellenarla y entregarla en sus oficinas físicas, en el Centro de Innovación, Eficiencia y Sostenibilidad (CIES) de la calle Lituania; de lunes a viernes de 8.30 hasta las 14.00 horas.

HERENCIA MARTELL // La parcela donde se asienta el primer huerto social de Castellón procede de la herencia de Josefa Martell y se está estudiando la posibilidad de bautizar con su nombre la plaza principal del terreno, que servirá como punto de reunión de los usuarios. Ha sido cedida al Ayuntamiento después de que la administración municipal y la Generalitat hayan desbloquedado la herencia para que revierta en el desarrollo de la ciudad, tras 30 años del fallecimiento de la castellonense, sin dejar testamento y sin parientes, y después de un proceso para repartir sus bienes --valorados en 4,7 millones de euros en el año 2006-- que ha llegado hasta los tribunales.