Las 102 personas que ayer desembarcaron del vuelo que llegó al aeropuerto de Castellón desde Bilbao han hecho historia, porque se han convertido en los pasajeros que han estrenado la primera ruta regular que conecta la provincia con una ciudad española.

La compañía Volotea llegó a un acuerdo con las instalaciones castellonenses para operar con dos frecuencias semanales —martes y sábado— que se repetirán, al menos de momento, hasta el 17 de octubre. También es inédito el aterrizaje de un avión de la citada aerolínia en la provincia.

De «gran oportunidad» calificó el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, este logro colectivo, en especial con la mirada puesta en la «recuperación del sector turístico» que como no ha dejado de defenderse, va a depender del visitante nacional.

La ruta es la historia de una oportunidad aprovechada. Volotea, dentro de su plan estratégico para hacer frente a las restricciones de la pandemia del covid-19, decidió sustituir la que tenía prevista a Marsella por Bilbao. Y esa fue la oportunidad de la que se ha beneficiado Castellón, porque «la buena acogida que ha tenido la conexión denota que la decisión que tomamos fue acertada», sentenció España.

MÁS MOVILIDAD y SEGURIDAD / En plena polémica sobre el aumento de la movilidad aérea y las condiciones en las que están organizando algunas compañías sus vuelos, el conseller defendió que la incorporación progresiva de rutas está llevándose a cabo «con las máximas garantías de protección y seguridad sanitaria para los pasajeros, así como para el personal del aeropuerto». De hecho, calificó de «estrictas» las medidas de seguridad que se han implantado para el tráfico aéreo dependiente de algún modo de las autoridades autonómicas.

Hace poco más de un mes, la dirección del aeropuerto de Castellón comunicó la implantación de nuevas medidas de seguridad, higiene e información para recuperar la actividad comercial con las máximas garantías.

Los visitantes procedentes de Bilbao se encontraron ayer a su llegada a la terminal con las mamparas protectoras de seguridad en todos los mostradores, la señalética específica para marcar las distancias y dirigir el tránsito de los pasajeros. También tuvieron a su disposición dispensadores de gel hidroalcohólico en las oficinas de atención al público, la zona de recogida de equipajes y el filtro de seguridad.