Numerosos castellonenses presenciaron ayer por la tarde la tradicional procesión del Corpus Christi, cuyo original desarrollo se remonta al siglo XIV. Un año más, la Associació de Dansants del Corpus se encargó de abrir el cortejo en su cariz más profano, donde gegants, dansants, cavallets y cabuts recorrieron con sus danzas y coreografías el centro de la ciudad. Antes de la procesión, en la plaza Mayor, se celebró el popular acto de Ballar els Nanos a la corporación municipal de la capital de la Plana.

Mientras la entidad protagonizaba sus populares danzas, el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, presidió la homilía que se celebró en la Concatedral. Tras la misa, la comitiva laica se sumó a la religiosa en esta procesión, en la que participan numerosos niños y niñas que este año han tomado la Primera Comunión.

Representantes de cofradías y congregaciones religiosas de la ciudad también participaron.