El aforo citrícola que este jueves hizo público la Conselleria de Agricultura puso cifras a lo que en el campo de Castellón es una evidencia: la caída de la producción. En concreto, el departamento que dirige Mireia Mollà prevé que en la provincia se recolecten 550.395 toneladas de naranjas y clementinas, un 33,2% menos que la campaña previa. Con estas cifras, tanto productores y comercios esperan que la recién comenzada temporada sea «más ordenada» que la anterior y que se confirme la tendencia a que los precios aumenten.

El descenso de producción previsto por el Consell afecta especialmente a las clementinas, con más peso en la provincia al representar dos tercios de la producción total. La recolección de variedades como la clemenules rondará las 365.099 toneladas, lo que supone una caída del 39,1% con respecto a la campaña anterior. En naranjas, la mengua será menor (19,2%), entre otras cosas porque las clementinas fueron las más afectadas por la crisis del año pasado y muchos árboles aguantaron la fruta hasta muy tarde o se quedaron sin recoger, lo que repercute en la siguiente floración.

El debate existente en el campo es si los precios que negocian en la actualidad, más altos que los de la temporada anterior, serán suficientes para compensar la bajada de la producción. El presidente de Fepac-Asaja, José Vicente Guinot, se mostró convencido de que no será así y de que los agricultores tienen ante sí -de nuevo- una situación muy compleja. El secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, fue algo más optimista y afirmó que una campaña «más ordenada» debería ser beneficiosa para el productor.

«En clemenules se están cerrando tratos que van desde los 26 a los 32 céntimos e incluso algunos comercios plantean a los agricultores tratar la piel del fruto para retrasar la recolección hasta diciembre y pagar 36 céntimos, ya que son conscientes de que la producción será justa», indicó Peris.

NO HABRÁ DESABASTECIMIENTO

El presidente de la asociación de comercios exportadores de Castellón (Asociex), Jorge García, también apostó por un año con menos sobresaltos que el anterior y rechazó la posibilidad de que la falta de tonelaje pueda producir problemas de desabastecimiento en los mercados europeos. «No creo que falte producto, ya que hay que tener en cuenta que cuando el precio sube, hay consumidores que optan por otras frutas», afirmó García.

El tonelaje en la Comunitat se situará en 2,9 millones, lo que supone una caída del 28,1%. El descenso es mucho mayor que el de la gran región productora, Andalucía, que solo verá reducida su cosecha en un 6,18% y, con 2,18 millones, recorta distancias por el liderazgo en la producción.