La Cámara de Comercio de Castellón acogió ayer un acto de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) en el que su delegado en la Comunitat, Lluís Calatayud, reivindicó «una transición energética justa» y «más seguridad jurídica» para los productores de electricidad a través de paneles solares.

La jornada se enmarca dentro de la cuarta edición de la iniciativa Camino del Sol, que recorre toda la geografía española para demandar la «democratización de la generación energética a través de cualquiera de las modalidades de producción que ofrece la tecnología fotovoltaica». En la misma participaron, además de Calatayud, la directora general de Energía de la Generalitat, Empar Martínez; el director general de Anpier, Rafael Barrera y el director de la consultora Haz Energía, Pablo Corredoira.

Calatayud reivindicó que el reto que tiene por delante la sustitución de las tareas de generación energética, «sino también de distribuir la propiedad de las instalaciones de generación, ahora concentradas en pocas empresas».

Además del consumo privado, el auge de la energía fotovoltaica también ha llegado al tejido productivo de Castellón, y la previsión es que vaya a más. La Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen) prevé inversiones por valor de 1.000 millones de euros «en tres o cuatro años», lo que permitiría crear 500 puestos de trabajo.