La prolongación de la CV-10 hasta prácticamente el límite con la provincia de Tarragona, largamente reivindicada por la sociedad castellonense, podría ser financiada con dinero europeo. Concretamente, en base al Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas, comúnmente conocido como plan Juncker, podría recibir condiciones de financiación preferentes del Banco Europeo de Inversiones. Y es que el proyecto cumple con los requisitos para optar a este plan y el Ministerio de Fomento baraja incluirlo entre las actuaciones que remitirá a Europa como parte del plan extraordinario de inversiones en carreteras (PIC), que el pasado 14 de julio anunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por valor de 5.000 millones de euros.

Precisamente, en la comisión de Fomento del jueves del Congreso de los Diputados, el ministro Íñigo de la Serna abordó este plan y, aunque no desveló ninguna de las actuaciones que se van a incluir en él, señaló los criterios que deben cumplir las infraestructuras que formen parte del plan. Y, por lo que parece, la prolongación de la CV-10 cubre sin problemas todos los requisitos.

Tanto es así que el portavoz de Fomento del grupo popular, el segorbino Miguel Barrachina, señaló, como recoge el acta de la sesión: «Hermanar Castellón con Tarragona, a través de una futura A-7, podría ser una de las candidatas [a entrar en el PIC] que tenga el ministro en su cartera».

en la red prioritaria // El más restrictivo de los requisitos es el de pertenecer a la Red Transeuropea de Transportes; y la CV-10 forma precisamente parte del corredor mediterráneo, que no solo hace referencia a la infraestructura ferroviaria, aunque habitualmente esta es la vertiente de la que más se habla. Otros criterios que exige el plan Juncker son el de que los proyectos tengan un impacto socioeconómico en el territorio (algo evidente en la CV-10 porque conectará con la N-232 cuando esta esté ya totalmente remodelada); que sean rentables financieramente para atraer a inversores (en este caso las distintas empresas constructoras); que sean proyectos nuevos o que impulsen el empleo y, al tiempo, el crecimiento económico.

Asimismo, la prolongación de la CV-10 también se trata de un proyecto avanzado en su tramitación. Concretamente, Fomento está resolviendo el informe de alegaciones a la exposición pública de los documentos técnicos, con el correspondiente Estudio de Impacto Ambiental de los tres tramos. Esto es algo inexcusable, puesto que el plan Juncker acaba en el 2020 y en esa fecha deben haberse comenzado a construir todas las infraestructuras que se financien con base a él.

no computa déficit // Así las cosas, ceñido a los requisitos presupuestarios europeos, Fomento tendría imposible ejecutar este vial a menos que no computase déficit. Y no lo hará porque, con la financiación europea como garantía y, como proyecto de colaboración público-privada, se utilizará la fórmula de pago por disponibilidad. Esto permite ejecutar la infraestructura y abonarla a lo largo de su vida útil, que se establecerá en 30 años.

De esta manera, la empresa que se encargue de la ejecución de la obra también deberá redactar el proyecto y se hará cargo del mantenimiento de la infraestructura a lo largo de los 30 años y a cambio cobrará un canon mensual por su disponibilidad.