Castellón estrena nueva temporada alta de playa con un amplio dispositivo de vigilancia, en el que invertirá más de tres millones de euros para garantizar este verano la seguridad de los bañistas. El objetivo es claro: reducir los ahogamientos que el año pasado se cobraron la vida de seis personas en Benicàssim, Vinaròs, Benicarló, Torreblanca y Burriana. Y es que el turismo de sol y playa es la apuesta segura a la que la provincia se agarra con fuerza entre los meses de junio y septiembre. Su éxito radica en los 120 kilómetros de costa con los que cuenta Castellón y que se extienden por 16 términos municipales desde Vinaròs a Almenara.

Gran parte de las playas tienen ya activo su servicio de socorrismo, un sector que emplea a unas 200 personas durante la temporada estival entre vigilantes, patrones de embarcaciones, coordinadores de los equipos de playa, conductores de ambulancia y enfermeros. Es el caso de la capital de la Plana, que con 341.000 euros de presupuesto --el mayor de la provincia-- inició ayer las labores de vigilancia, que se prolongarán hasta el 30 de septiembre de 11.00 a 20.00 horas y durante todos los días de la semana. Un horario que se prolonga, de forma extraordinaria, durante la Nit de Sant Joan.

Los socorristas también pisaron ayer la arena de Peñíscola por primera vez durante la temporada 2017. En su caso, el servicio de vigilancia comienza a las 10.00 horas, 60 minutos antes que en la capital de la Plana.

Orpesa y Alcossebre, por su gran afluencia turística nacional e internacional, se encuentran entre las localidades más tempranas en la implantación de la vigilancia. El primero de los municipios inició su servicio de fin de semana el pasado 8 de abril y el segundo, durante todo mayo.

75 PLAYAS Y CALAS

De media, cada ayuntamiento gastará unos 200.000 euros para garantizar la seguridad durante el verano en las 75 playas y calas de Castellón. O lo que es lo mismo, la provincia destina algo más de un millón de euros al mes a asegurar el bienestar de vecinos y turistas.

La inversión es, sin embargo, muy dispar entre localidades. Las cantidades van desde los 40.000 euros que dedica Almenara hasta los 240.000 de Alcossebre, los 300.000 de Orpesa y Peñíscola y los 341.000 de Castellón.

Cruz Roja gestiona desde ayer la vigilancia de las playas de Nules, Cabanes y Alcossebre, mientras que el servicio de socorrismo del resto de la costa provincial queda este año en manos de empresas privadas. Informan Eva Bellido y Bartomeu Roig.