Tras varios días de calor sofocante y a falta de un mes y medio para que el verano llegue a su fin, el mercurio de los termómetros de la provincia de Castellón, concretamente de los de Vinaròs, alcanzó ayer la temperatura más alta de todo el estío: 37,8 grados.

A esta marca le siguieron las registradas por las estaciones meteorológicas instaladas en la capital de la Plana (37ºC), Segorbe (36,4ºC), Atzeneta del Maestrat (35,2ºC), Torreblanca (34,9ºC), Morella (34,4ºC), Vilafranca (33,7ºC), Montanejos (31,2ºC), Castellfort (30,3ºC) y la Pobla de Benifassà-Fredes (29,5ºC).

El catedrático de Climatología de la Universitat Jaume I, José Quereda, detalla que para poder considerar un día como el más caluroso del verano «entran en juego muchos factores como el aire o la sensación térmica, pero en base a los datos que arrojan las estaciones meteorológicas, el día de ayer registró el valor más alto de todo el verano». Asimismo anunció que las temperaturas para esta semana «seguirán siendo elevadas como pronto hasta el domingo, día en que pueden descender», concreta.

TEMPERATURA MEDIA / Además, Quereda pone de relieve que esta situación llega tras dos meses cálidos. Así, explica que la temperatura media de los meses de junio y julio se ha situado en torno a los 26 grados en la provincia. Un valor que, pese a que puede no llamar la atención, preocupa.

El catedrático explica que los valores promedio de los pasados dos meses «son los segundos más altos que se han registrado desde los veranos del 2003 y el 2015, cuando el promedio se situó un punto por encima, en 27 grados». «Es evidente que se está produciendo una tendencia alcista en las temperaturas, condicionada, en gran parte, por el cambio climático y en una década se han producido tres picos significativos», resalta el meteorólogo.

Ante esta situación de elevadas temperaturas, los expertos aconsejan extremar las medidas de precaución y recomiendan beber mucha agua y evitar tomar el sol en las horas centrales del día.