La provincia de Castellón está viviendo un verano extremadamente seco. Así lo certifican las mediciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que en su estación de Almassora tan solo ha recogido alrededor de 5 hectómetros cúbicos desde el 1 de junio, cuando comienza el periodo evaluado. Lo habitual en otros años es mucho más. De hecho, la media desde 1981 hasta el 2010 señala que, a día de hoy, el valor debería rondar los 35 hectómetros cúbicos.

Lo certifica el jefe de predicción y vigilancia de Aemet en la Comunitat Valenciana. José Manuel López señala que los valores de precipitaciones en la Comunitat están siendo “la mitad” de lo registrado en el acumulado del año habitualmente. Eso sí, López apunta que la situación de sequía es mayor cuanto más al sur de la Comunitat y Castellón es la provincia menos afectada.

casi a la mitad // Las mediciones de los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar también apuntan en este sentido. El territorio castellonense es el que presenta mejores valores... pero ello no le vale para llegar al aprobado. Los pantanos de los sistemas del Palancia, Millars y Sènia se encuentran al 44,84% de su capacidad. Y el problema es que no dejan de perder agua.

A estas alturas del año almacenan 28,44 hectómetros cúbicos menos que el ejercicio anterior, lo que significa que han perdido casi un cuarto de su agua (concretamente un 22%). Aunque con los 100,5 Hm3 que almacenan el abastecimiento está garantizado, los regantes ya miran con inquietud al cielo en busca de nubes que descarguen y sirvan para aliviar la situación de los cultivos de secano y ahorrar riegos y dar vigor a los árboles en el regadío.

un invierno muy seco // Y es que desde el verano pasado se viene acumulando un déficit hídrico en el territorio castellonense. Desde hace justo un año, cuando unas lluvias extraordinarias en la primera semana de agosto trajeron precipitaciones de hasta 125 hectómetros cúbicos (triplicando lo habitual y llenando los embalses), los valores se vienen quedando por debajo de la media de las tres últimas décadas.

En otoño se registraron precipitaciones por debajo de lo común (unos 100 hectómetros cúbicos, cuando la media está en unos 175) y esto se vio agravado en invierno, cuando apenas llovió (unos 5 Hm3) y los valores deberían haber rondado los 100. Aunque en primavera se avanzaron las lluvias, al final estas quedaron por debajo de los valores habituales (unos 80 Hm3).

Y los dos últimos frentes borrascosos, registrados este mismo mes, apenas han tenido incidencia en las comarcas castellonenses. Si a ello se añade que las temperaturas están siendo más altas de lo habitual, el gasto para el regadío va en aumento.

casi un grado más // Y es que, según las mediciones de Aemet, la temperatura media aumentó durante el pasado mes de julio casi en un grado en Vinaròs, al pasar de los 24,6 grados centígrados de promedio habitual hasta los 25,5. Solo en Villena (Alicante) se ha registrado un aumento superior en la Comunitat. Sin ser tan espectacular, también se han producido sendos incrementos en Castellón ciudad (medio grado más, hasta los 26,1 de media), y en Vilafranca, con un alza de una décima, hasta los 20,4 grados. H